11 agosto 2015

¿Debemos guardar los huevos en el refrigerador?

Conocemos a los huevos de toda la vida, desde esas mañanas en que nuestras madres nos hacían escoger entre huevo revuelto o a la copa para desayunar. También estuvieron presentes en varios paseos familiares, donde todos comían huevos duros sin cesar. Es quizás por esta misma costumbre y habitualidad que tenemos con los huevos  que muchas veces no nos preguntamos cosas elementales con respecto a ello.

Una de estas es ¿por qué los huevos no están refrigerados cuando los compramos? No obstante, al traerlos a casa, lo primero que hacemos es meterlos al refrigerador . ¿Los huevos están mejor a temperatura ambiente? ¿Perderán propiedades pasando de calor a frío?

Acá responderemos algunas de esas consultas importantes para saber cómo manejar tan importante alimentos, fuente de proteínas para nosotros y la familia.

Nunca del frío al calor

Foto:  roserrubinat.com

Foto: roserrubinat.com

Cuando vemos las estanterías de huevos en los supermercados , estos nunca están refrigerados. ¿Por qué? Esto es debido a que, de pasar del frío al calor, es muy probable que se condense agua en la superficie, por lo que esta humedad podría traspasar la cáscara porosa del huevo, dado pie a posibles infecciones al interior del huevo.

Al comprarlos, siempre mantenerlos refrigerados

Normalmente, los huevos se venden después de dos días de la puesta de la gallina, por lo en cuatro días aproximadamente, llegan a nuestras casas. Es recomendable que el huevo se mantenga refrigerado una vez comprado, para que no pierda su frescura. Asimismo, estos no pierden agua. Todo esto pasaría si los mantuviéramos por varios días a temperaturas altas, el huevo perdería calidad.

Expertos señalan que los huevos pueden aguantar 28 días después de la puesta, pero es parte del plazo de un consumo preferente. Ahora, si vemos que la cáscara se ve fresca y los hemos mantenido debidamente refrigerados, no debería hacer problema. Claramente, bajo ciertos márgenes de tiempo.

Lavarlos o no lavarlos

Existe una vieja costumbre que señala que, para saber si el huevo se encuentra fresco , debemos sumergirlo en agua. Si se queda en la superficie, es muestra de que está pasado. Ahora, siempre debemos considerar que un huevo fresco tiene dos zonas en la clara, una más espesa y otra líquida.

Lo más recomendable, es que no lavemos los huevos si no los vamos a usar, sólo ayudaríamos a propagar contaminación externa a través de la cáscara.

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Equipo LG Mobile

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