Viajar con el pelo largo (y suelto)

Desde que comencé este nuevo viaje salí con la idea de mi país que sería difícil viajar con cabello largo, porque claro, mantenerlo estando en casa ya se tornaba difícil, más aun habiéndome acostumbrado a tenerlo relativamente corto durante años. Probablemente no lo tenía así de largo desde al menos diez años. La última vez que me lo corté fue en aquel año sabático en Bielefeld, Alemania, ¡ya hace tres años!

Crédito: Jeannette Zárate

Así es como esta vez salí de mi país pensando en lo tortuoso que sería, y así ha sido. Ya cuidarlo en casa era complejo ya que difícilmente lograba brillo a pesar de todas las cremas, “shampoos”, bálsamos y aceites que he utilizado. Le echaba la culpa al clima, al smog, el agua, pero viajando no hay pelo que pueda aguantar. Tanto cambio climático ha pedido a gritos las ganas de pelarme y hacer lo que no hice y siempre quise de más joven, pero que por uno u otro motivo nunca me atreví. Entonces aquí estoy, luchando con el cabello que siempre quise tener, porque por alguna razón extraña que desconozco, desde que lo tengo largo esta medio ondulado, y los que me conocen sabrán que mi cabello solía ser liso, casi chuzo de liso.

Con varias de mis compañeritas de viaje hemos llegado a la misma conclusión, ¡es un parto viajar con pelo largo! que el viento, que el  frío, que el sol, que el agua del mar, que el smog, ¡horror! No hay como mantenerlo brillante, peor aún, muchas veces no hay agua caliente o siquiera tibia para lavarlo y mucho menos acceso a un secador. No saben la infinidad de veces que me he acostado con el pelo mojado casi estilando, lo que a mi madre le daría ataque de pánico, pero la costumbre ha hecho que ni siquiera se asome el más mínimo síntoma de resfrío. Algo bueno sin duda.

Para que decir las veces que me he agarrado el pelo con la mochila cuando la levanto por los aires para ponérmela en la espalda, ¡uyuyui que dolor! Y eso que ni siquiera les he mencionado la caída excesiva que se ha tornado casi brutal cuando trato de peinarlo tras un día ventoso. Hasta me hice las trenzas caribeñas pensando que ayudaría, craso error, ¡fue peor! Peinados varios y nada de nada.

Crédito: Jeannette Zárate

En otras palabras, si te vas por un tiempo largo y no temes cortarte el pelo, yo que tu opto por esto, al fin y al cabo cuando ya estés en casa lo más probable es que llegues otra vez con el cabello medianamente largo, si no pregúntenme a mí que en un año ya tenía más de 15 cm crecido.

Ahora sí que sí, decisión tomada, nunca pero nunca más salgo con el pelo largo, ¡al menos no así de largo!

Crédito: Jeannette Zárate