Versus: Cabify y Uber

Cuando no tienes auto, las chances de desplazarse por la ciudad rápido, seguro y cómodo, parecen escasas. Por eso sentí que se me arreglaba la vida cuando conocí los servicios de conducción privada mediante aplicaciones móviles. Me volví casi una adicta, ya les cuento por qué.

Convencida con unos atractivos viajes gratis, fue cosa de ingresar mi tarjeta de crédito y comenzar a disfrutar y sorprenderme: autos amplios, agua, revistas, cargadores y la calefacción al máximo. El paraíso para los días de carrete invernal. Ligeramente más caros que un taxi convencional, la alternativa roza la perfección. Más, si le sumamos la competencia.

Partí conociendo estos servicios con Uber, la app con la campaña quizás más agresiva en redes sociales. Con códigos de muchas lucas gratis, algo imposible de resistir por estos días, me hice parte. Pero las reglas cambiaron velozmente: los precios subieron como la espuma y la calidad de los conductores bajó. Las esperas se hicieron eternas y veía por redes desfilar viajes gratis mientras que, quienes llevábamos más tiempo usándolo, no teníamos ningún beneficio. Para qué decir cuando llegaba fin de mes. La facturación, al ser solamente en dólares, volvía aún más molesta la experiencia, teniendo que pagar además intereses por compra internacional.

Hasta que surgió la tan esperada competencia. Desde España, Cabify aterrizaba en Chile y abría una alternativa Lite (convengamos que para volver después de un concierto o un carrete no necesitas un Audi, servicio que también ofrecen junto a un tercero con vanes para más de 10 personas).

Me gusta que entiendan que es un servicio por el que pagas cada peso con tal que te traten como reina. Tienen servicio de reserva, cosa que Uber no tiene, y se nota el perfil de sus conductores. Además, el sistema de cobros es súper distinto: mientras Uber cobra cada kilómetro y minuto arriba de uno de sus autos, Cabify solo calcula distancias, independiente que de mil vueltas, se meta en un taco infernal o se queden en panne.

Ambos son servicios de full usabilidad en su app y donde la última palabra siempre la van a tener los usuarios, quienes le declaran su amor a estos servicios en sus redes, viralizando lo bueno y lo malo tal como pasó con los servicios de taxi, actualmente más desprestigiados por sus notorias falencias en lo que a seguridad se refiere.

En esta batalla, me estaría quedando con Cabify, aunque siento que ambos están al debe en lo que a fidelización se trata. Uber con tanto cambio de reglas y demoras en sus viajes, boo, se va a la papelera para mí.

Y ustedes, ¿han podido probar alguno de estos servicios? ¿Cuál es su favorito?