El poder de las hojas verdes

Todos lo aprendimos en el colegio: las hojas son verdes por la clorofila. ¿Y qué significa eso para nuestro organismo? No tenemos idea porque eso nadie nos lo enseñó. Recién ahora nos estamos preocupando de qué es lo que comemos, y ahora sabemos que el color no es lo único que entrega la relegada clorofila: también desintoxica el organismo, aumenta la capacidad regenerativa de las células y limpia las toxinas de nuestra sangre, entre otras maravillas sanadoras.

Las verduras con hojas verdes son fuente de muchos nutrientes importantes para nuestro organismo, y la regla dice que mientras más oscuras, mejor. La espinaca, la acelga, el apio, el berro, el brócoli, las coles de bruselas, la coliflor, la espinaca, la rúcula, la lechuga de hojas largas y la escarola, los berros y el perejil son parte de este grupo de verduras poderosas.

Además de ser vegetales sanos, saben muy bien

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Qué las hace especiales

Hay una serie de nutrientes que están presentes en gran parte de los vegetales de hojas verdes. Los antioxidantes, por ejemplo, ayudan a prevenir el envejecimiento celular, mientras que el calcio, otro denominador común, los hace una buena alternativa para las personas que están optando por dejar los lácteos. Reemplazar el calcio es fundamental: eliminarlo de nuestra dieta puede provocar insomnio, amnesia y calambres.

El brócoli es uno de los hits: tiene mucha fibra, que ayuda a nuestro funcionamiento digestivo y a absorber los nutrientes. Sus propiedades anticancerígenas ya son reconocidas y además tiene vitaminas C y B6, potasio y ácido fólico. Las vitaminas A y C ayudan al buen funcionamiento del sistema inmune (por eso lo del cáncer) y el ácido fólico, que muchas mujeres toman en pastillas, ayuda a los procesos de división y multiplicación celular. Y lo mejor de todo, es que todo eso no engorda.

Otra hortaliza que se está haciendo famosa es el kale. No hace mucho empezamos a escuchar de sus propiedades nutritivas, que contiene calcio, hierro y magnesio, además de antioxidantes que cuidan nuestro sistema cardiovascular. Incluso he leído que tiene más proteínas que la carne. Todo esto hace ser considerada un súper alimento; así que nada más que decir para agregarla a nuestra dieta.

Llevarlas al plato

Las hojas verdes tienen muchos beneficios, pero cocinarlas es la parte entretenida. La espinaca es una de mis favoritas, sobre todo ahora que es invierno. La sopa es un infaltable pero también se pueden hacer tortillas, puré de espinaca, crema de espinaca, panqueques rellenos y panqueques y pastas verdes. Incluso podemos hacer masa de pizza, verde. Y hoy en día, con la moda de los jugos verdes, la espinaca también se usa combinada con frutas. Un sinfín de combinaciones ideales para quienes no comemos carne (es alta en hierro y eso evita la anemia).

En platos fríos, el entrañable apio palta… ¡a quién no le fascina la ensalada apio palta! Aliñada con harto limón, podemos recibir un montón de beneficios: el apio ayuda a la eliminación de toxinas y de agua, muy bueno para quienes sufren de retención de líquido, e incluso de algunos reumatismos. Tiene un alto contenido de fibra y gracias a que es rico en potasio, es muy beneficioso para los que sufren de hipertensión arterial. Y como es mayormente agua, casi no tiene calorías.  

El toque final

Aquí es donde entran las hierbas, que también están en esta categoría. Las hierbas aromáticas pueden ayudar al proceso digestivo y en la cocina son usadas para reemplazar la sal y para realzar el sabor de nuestras comidas. Tener un huerto en la casa es el primer paso para tenerlas a la mano cada vez que nos pongamos a cocinar. Con tres o cuatro plantitas podemos agregar creatividad y sabor a nuestros platos, sólo necesitamos un pequeño espacio para tenerlos en la cocina o terraza.

Sabrosas, saludables y bajas en calorías, así son estas verduras de hojas verdes. Aprovechemos sus beneficios. Y si son de origen orgánico, mucho mejor.

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