11 mayo 2016
Científicos identifican al gen de la felicidad
¿Por qué hay quienes tienen la sensación de ser felices más a menudo que otros?, ¿por qué unos experimentan fugaces momentos de felicidad con euforia y otros y viven en un constante estado de bienestar sin demasiadas alteraciones?, ¿por qué hay quienes son más propensos a sentirse deprimidos y se sienten muy lejos de ese estado de plenitud? Un reciente estudio científico respecto a las diversas formas en que los seres humanos experimentamos la felicidad tendría una muy interesante respuesta: todo está en el genoma.
La investigación fue publicada por Nature Genetics e integra a varias organizaciones a nivel internacional coordinadas por los profesores de la Vrije Universiteit de Amsterdam, Meike Bartels y Philipp Koellinger. Participaron 181 investigadores de 145 institutos científicos.
La felicidad en tu ADN
Dentro de las principales conclusiones del estudio, los científicos plantean que existen diferentes posiciones genéticas en el genoma humano: tres variantes genéticas para la felicidad, dos que pueden explicar las diferencias de síntomas en la depresión y once que podrían ser responsables de los distintos grados de neurosis.
¿Dónde está la felicidad entonces? Pues el estudio plantea que concretamente se expresa en tu sistema nervioso central, en tus glándulas suprarrenales y en tu páncreas. Este descubrimiento ha sido considerado por los científicos como un verdadero hito, no solamente porque se localiza la «felicidad» en nuestro genoma, sino porque además permite valorar las interacciones de éste con nuestro ambiente, la naturaleza y nuestra educación, los cuales, por supuesto, tienen un enorme papel en hacernos sentir o no felices.
La depresión, el enemigo de nuestros tiempos
Uno de los grandes males de nuestros tiempos es una enfermedad silenciosa, que incluso puede llegar a matarnos si no la detectamos nosotros o nuestro entorno a tiempo. De acuerdo a la OMS, hoy se calcula que alrededor de 350 millones de personas sufren depresión en el mundo.
Los resultados de este tipo de investigaciones podrán dar algunas luces sobre los modos de tratamiento más eficaces para enfrentar a la depresión, pues teniendo en claro que las diversas formas en que experimentamos la depresión vienen determinadas genéticamente, se puede avanzar en los métodos de cura. De acuerdo al profesor Meike Bartels, «las coincidencias encontradas entre los genes de la felicidad y aquellos correspondientes a síntomas de carácter depresivo, suponen también un gran avance».
Cabe esperar que en un futuro cercano, estos hallazgos se traduzcan en mecanismos exitosos para contribuir a sacar a estas millones de personas de la falta de motivación y la soledad que implica la depresión.
