[Lollapalooza] Lo que aprendimos tras el primer día

Sentado, descansando de un intenso día, ya puedo sacar las primeras conclusiones del primer día de Lollapalooza, donde miles de chilenos tuvimos la suerte de compartir un día saturado de bandas y artistas de categoría mundial.

Eventos de esta escala no son habituales en nuestro país, por lo que muchos estábamos expectantes a como sería un encuentro urbano tan masivo a nivel de organización y desempeño.

Desde mi punto de vista, puedo sacar buenas conclusiones: A pesar de la cantidad de gente, pudimos ver un evento limpio, ordenado y donde la organización tuvo un gran mérito, pero también el comportamiento de los asistentes en general.

Personalmente me sorprendió el manejo de los residuos. No solo veíamos tropas de voluntarios recogiendo cada papel botado, sino además en el área de los servicios había especial preocupación por no entregar envoltorios de más.

La presencia de familias y niños fue algo que me sorprendió gratamente. Lollapalooza no fue solo un evento para la gente más joven, sino que además se pensó como una actividad abierta para ser disfrutada por todas las edades, con recintos como el Kidzapalooza y espacios para el deporte.

Ví un evento que básicamente reafirma que este tipo de acontecimientos pueden darse sin problemas en Santiago y de hecho le hacen un gran bien a la ciudad. ¿Deberíamos verlos más seguido?