Apagones: siempre listos

por Mariana y punto, editora jefe Zancada.com

Además de la siutiquería de decirle blackout al corte de luz que sufrió prácticamente todo Chile, el apagón del otro día nos enseñó -¡otra vez!- a estar más preparados ante estas eventualidades. Ojalá nos dure un rato, pero para no olvidarnos van acá las recomendaciones que nos parecieron más útiles para estas ocasiones:

–No desesperarse: ya nos advirtieron que teníamos por lo bajo seis meses más de inestabilidad en el sistema eléctrico, por lo que probablemente se vienen más apagones. No queda otra que acostumbrarse a ellos.

–Ojo con el atardecer: tanto el apagón grande como dos cortes de luz que hubo en mi casa la semana anterior, fueron alrededor de las 9 de la noche. Por lo que decían al justificar la falla del transformador que nos dejó sin luz de Atacama a Los Lagos, el corte ocurre porque es el momento en el que más se están usando artefactos eléctricos, así que es a esa hora a la que yo trato de no subirme al metro ni a ascensores, y a la que me anticipo para que mi celular esté cargado.

–Mantener celulares cargados: pueden servir para comunicarse en caso de que sea necesario (Twitter por el celular fue la única forma que tuve de comunicarme con alguien en la noche misma del terremoto) o al menos para no sentirse tan solos o desconectados en ese momento. En el caso de algunos celulares, también pueden servir para escuchar radio, incluso como equivalente a radio a pilas para escuchar con un grupo de gente, y de linterna (hay modelos que tienen linterna incorporada).

–Desenchufar todo: cuando se corta la luz conviene desenchufar los aparatos eléctricos como microondas, televisores (aunque estén apagados), porque cuando la electricidad vuelve puede hacerlo con una carga de voltaje más alta de lo habitual, lo que puede echar a perder los equipos.

Para darse cuenta de cuándo vuelve la luz, conviene mantener sólo una ampolleta, cosa que si efectivamente la luz vuelve de golpe con más voltaje, sólo se perderá esa ampolleta.

–No salir si no es necesario: no tiene sentido exponerse a autos que sólo quieren llegar a la casa rápido y a semáforos cortados si no hay necesidad real de hacerlo. Mejor quedarse tranquilo en la casa si se tiene suerte de estar ahí.

-Tal como uno tiene caja de herramientas en la casa, mantener (incluso en el mismo lugar puede ser una buena idea) un kit de emergencia.

–No utilizar cualquier vela: las típicas velas blancas, angostas y largas que venden en el supermercado creo que no son lo más adecuado en este año de réplicas que estamos enfrentando. Me parece que lo más útil son velas más bien gordas, en recipientes que las contengan completas; así es más simple caminar con ellas, y más seguro dejarlas apoyadas. Puede parecer obvio pero he visto que no lo es tanto ¡no pierdan de vista las velas prendidas! Y recuerden apagarlas apenas vuelva la electricidad que si no después a una se le olvida.

–Privilegiar SMS y teléfonos fijos: aunque la verdad es que no me consta personalmente, las compañías de telefonía móvil aseguran que en los momentos en que las líneas se atochan, lo más efectivo es mandar mensajes de texto. Lo que sí comprobé, es que tener un teléfono antiguo si bien no me sirve para llamar a centrales telefónicas, sigue funcionando ante un corte de luz, y dado que ya no se estilan los teléfonos fijos, es más probable que te comuniques llamando desde o hacia uno que entre celulares.

–Aprovechar el tiempo: como parte de no desesperarse, con un corte de luz incluso se puede ganar tiempo para hacer algo que no harías normalmente. Conversar algo con quienes viven contigo, tejer, o dormir desde ultra temprano son algunas de las cosas que he aplicado para no necesitar luz eléctrica. Tanto, que al final ni tantas ganas hay de que vuelva la luz altiro.

Fotografía del Lightbox: Flickr.