New York is New York ma’am!

Textos y fotografías por Jeannette Zarate.

New York será New York, pero así también Mumbai es Mumbai, Estambul es Estambul, Buenos Aires es Buenos Aires y Santiago es la capital de Chile babe!

This is New York! Como pasé de detestar esa frasecita que a todos en aquella ciudad parece encantarles y cuando pueden te la refriegan en la cara, a reírme a carcajadas cuando utilizan la misma en otras ciudades del mundo, porque en más de alguna oportunidad te la dirán si es que viajas por un año o más, oh sí, que te la dirán.

Mi experiencia con Nueva York no fue de las más gratas, de hecho si no fuera porque me encontré con una de mis queridas vecinas y su adorable amiga que nos mostró la ciudad con toda generosidad, la cosa hubiera sido bastante más traumática.

En su momento creo que los prejuicios se hicieron sentir, es que con todo lo que he viajado jamás había querido ir a EEUU y mucho menos a Nueva York, sentía que iba a vivir todo lo que viví y no me gustaba esa sensación de vacío e incertidumbre que me provocaría, pero claro en ese momento venia desde Canadá, donde las personas tienen otra forma completamente distinta de actuar y de vivir.

Recibí de los estadounidenses y luego en particular de los neoyorkinos y/o emigrantes neoyorkinos malos tratos desde el momento que cruce la frontera,  pasando por un policía desafiante con muy malos modales, por un conductor del bus grosero hasta decir basta y llegando aquel mismo día a consultar algo a una señora de la caja del metro, la cual ni siquiera fue capaz de alzar la vista para darme una respuesta, sino apuntar  a un letrero sin emitir palabra alguna. Para que mencionarles los días que se vinieron por delante.

Mi primera impresión, una ciudad sucia a morir, con mal olor y en cuyo metro puedes apreciar ratas a cada rato, gente que no ríe, pero aún peor, con el ceño fruncido como si estuvieran siempre enojados, el estrés de esta ciudad es eminente, gente corriendo o caminando muy rápido, incluso con potes de comida, porque aparentemente no hay posibilidad alguna de comer sentado.

Las calles, llenos de taxis amarillos y autos negros con vidrios polarizados, no sé si producto de que desean pasar inadvertidos o porque les da estatus, porque parece que todo gira en torno a quién tiene más dinero y más poder. Las mujeres por su lado vestidas cual “Sex and the city”, creyéndose el cuento, con unos tacos que mis pies no aguantarían ni un minuto.

La agresividad y el individualismo es notorio, me pregunto si para la caída de la torres gemelas esa supuesta unidad país se habrá sentido realmente, porque simplemente no lo puedo imaginar. Aquí donde a nadie le importa el que está al lado, dónde una ciudad entera pasa por inadvertido una mujer vagabunda que llora desgarradamente, mientras a mí se me partía el corazón de solo mirar la indiferencia. Una ciudad donde nadie está dispuesto a ayudar al otro a no ser que se lo pidan y otras veces a regañadientes, donde todos hacen lo que quieren y nadie mira extrañado, porque a nadie realmente le importa la locura del otro.

Porque claro, como turista te fijas en todo y es muy gracioso ver como algunas personas se visten, incluso algunas como Madonna de sus inicios, para que decir las que deciden no depilarse y levantan el brazo como si tuvieran una axila de porcelana.

Para todos los amantes de Nueva York, quisiera saber qué es lo que le encuentran a esa ciudad o a los que no la conocen y es su sueño conocerla, por qué creen que es tan espectacular, porque para mi gusto su mayor gracia es de noche, cuando todos los gatos son negros.

Hoy cuando ya estoy en casa y luego de haber visto tantas ciudades, desde esta perspectiva tan distinta debo decir que Nueva York, sin lugar a duda, no es una ciudad en la que quisiera vivir, pero debo reconocer que es una de las ciudades más cosmopolita del mundo, entretenida y que tiene para deleitarse con todo lo que una ciudad te puede ofrecer, restaurantes por doquier, cines, teatro, museos, eventos, tiendas, luz artificial, pero luz al fin y al cabo, glamour, entre muchas otras cosas.

Eso sí, hay que aclarar que aparte de los turistas y las personas de un poder adquisitivo alto, serán escasas las personas que puedan disfrutar de todo aquello, ya que dudo que un ciudadano de clase media pueda optar a pagar sus elevados precios, es que simplemente no hay bolsillo que alcance.

Así es como vi el sueño americano pasar antes mis ojos, así es como percibí la ciudad de Nueva York. Definitivamente en gustos no hay nada escrito pero quizás, solo quizás y como algunos me han dicho debo darle una segunda oportunidad a Nueva York.

Por ahora, “That was New York for me”.