¿Guayasamin versus Botero o Botero versus Guayasamin?

Conocía a estos artistas y había vistos sus obras pero nunca había indagado mucho más en sus vidas sino de una forma más bien superficial y quiero decir que me llevé una de las más gratas sorpresas. Luego de visitar el museo de Antioquia en Medellín, Colombia, donde se encuentran muchísimas obras de Fernando Botero, salí pensando que era mi artista favorito del mundo mundial, esto eso sí, hasta que meses más tarde visité la Fundación Guayasamín en Quito, Ecuador.

Botero y el arte sensual

En el caso de Botero nunca me había gustado sus esculturas, quizás porque tenía algún tema inconsciente con la obesidad y no comprendía porque esa obsesión con plasmar en sus obras, según mi perspectiva este “defecto físico” que era como lo entendía antes, pero una vez leyendo y revisando su arte, tanto esculturas como pinturas, me enamore de su forma de interpretarla:

“Lo he dicho muchas veces: no he pintado una gorda en mi vida. He expresado el volumen, he buscado darle protagonismo al volumen, hacerlo más plástico, mas monumental, como si fuera casi comida, arte comestible. El arte debe ser sensual, en ese sentido lo digo”.

Créditos: Jeannette Zárate

Créditos: Jeannette Zárate

Me quede un par de horas revisando cada una de sus pinturas las cuales debo confesar conocía muy pocas y quede súper asombrada con la gracia con que interpreta cada figura logrando, yo diría que un 100% de las ocasiones, sacar una sonrisa en mi rostro, y eso al menos para mí es parte de disfrutar el arte. Puede ser que esa cuota de ironía, proporcionalidad y color que le pone a cada una de sus obras lo que lo hace tan especial para una persona común y corriente como yo.

No por nada ha expuesto en muchísimos países y es considerado uno de los artistas latinoamericanos que estando vivo (83 años a la fecha) tiene mayor renombre internacional y por ello uno de los más cotizados a nivel mundial.

Créditos: Jeannette Zárate

Créditos: Jeannette Zárate

Créditos: Jeannette Zárate

Créditos: Jeannette Zárate

Créditos: Jeannette Zárate

Meses más tarde llegue a Quito, donde por supuesto no podía dejar de ir al museo de quien ahora es considerado mi artista favorito, Oswaldo Guayasamín (6 jul-1919 / 10 mar-1999)

Museo Casa – Taller Guayasamín y Capilla del Hombre

Luego de insistir a un amigo viajero a que fuésemos a su museo, llegamos tras caminar hartas, pero hartas cuadras a lo que era su hogar hasta su muerte y lo que hoy está convertida en Museo Casa – Taller Guayasamín, la cual junto a la Capilla del Hombre, que se encuentra al lado, forman parte de la Fundación Guayasamín, creada por la propia familia con el propósito de preservar los bienes culturales y colecciones cedidas por el artista.

En aquella casa de grandes dimensiones te encontrarás no tan solo con los espacios comunes de un hogar como el dormitorio, living y comedor entre otros, sino también con su espectacular estudio donde pasaba, según nos indicaron, la mayor parte de su tiempo.

Créditos: Jeannette Zárate

Créditos: Jeannette Zárate

Créditos: Jeannette Zárate

Siempre encontré interesante el carácter social de sus pinturas, pero una de las cosas que me llamó la atención y que exhiben en el museo es un video donde pinta a Paco de Lucia. La velocidad, —tardó tan solo una hora y media— y facilidad con que mezclaba los colores a través de su espátula y pinceles es realmente impresionante. Los colores vivos y el poder de sintetizar un rostro pero que finalmente es reconocido por cualquiera, me llamo profundamente la atención.

Encontrarás dentro de la casa taller como en la Capilla del Hombre parte de sus distintas series. En este último podrás ver un conjunto de murales, esculturas y obras de gran formato las cuales fueron realizadas especialmente para estos espacios. En sus cuadros, Guayasamín siempre mostró los horrores, desastres y dramas del hombre, dando una expresividad e intensidad particular a sus obras.

Una de sus mayores series de 100 telas gira entorno a la temática del indígena, el negro y el mestizo en América, Huacayñán o «El camino del llanto». Fue inspirada tras conocer y entablar una amistad con Pablo Neruda y donde decide recorrer en el año 1940 Chile, Perú, Argentina, Bolivia y Uruguay.

Créditos: Jeannette Zárate

Créditos: Jeannette Zárate

Por otra parte en el jardín de la casa-taller se haya el “árbol de la vida”, lugar donde se encuentran los restos del Oswaldo Guayasamín los que reposan bajo el árbol que fue sembrado por él mismo.

Si te gusta el arte y piensas visitar este lugar, te sugiero realizarlo en una mañana o tarde entera, ya que si bien son solo obras de este artista, me tomó cerca de 5 horas en recorrer y apreciar cada una de sus magníficas obras. Quizás los únicos museos en los que he permanecido más tiempo aun, han sido el Louvre en Paris, Francia y luego el Hermitage en San Petesburgo, Rusia, pero claro en esos dos casos las dimensiones lo ameritaban; en este caso, fue por sus grandiosas obras.

¿Guayasamin versus Botero o Botero versus Guayasamin? Son los dos increíblemente talentosos y aunque me quedo con las obras del maestro Oswaldo, sin duda que Botero se ha llevado mi gran admiración y merecen ambos el mayor de mis respetos como artistas.