Grandes mujeres de la historia: Marie Curie

Al pensar en mujeres fuertes y luchadoras, no puedes dejar pasar a Marie Skłodowska–Curie, quien fue pionera en el campo de la radioactividad, además de ser matemática, física y química originaria de Polonia.

Nació un 7 de noviembre de 1867 en Varsovia, donde vivió hasta la edad de 24 años. Su vida no fue sencilla allí, puesto que las mujeres no podían ir a la universidad, importante limitación para sus estudios. Sin embargo, pudo sobrepasar las barreras educacionales e igualmente convertirse en la primera mujer en llegar a catedrática en la Universidad de París.

De niña se destacó por ser una brillante alumna con una gran capacidad de concentración, lo que fue muy útil para desarrollar una vida intelectual desde pequeña. Cuando se mudó a vivir en Francia conoció a quien sería su gran compañero y esposo, Pierre Curie, con quien contrajo matrimonio en 1985.

(CC0)

A pesar de ser esposa y más tarde madre de dos niñas, Marie nunca dejó su pasión por la ciencia de lado y continuó trabajando codo a codo con su esposo. Tal como es señalado en el portal Muy interesante, la investigadora se encontraba interesada por los nuevos tipos de radiación que fueron descubiertos por Roentgen y Becquerel, por lo que utilizó las técnicas piezoeléctricas para medir las radiaciones de uranio en el mineral pechblenda.

Investigaciones

Entre los descubrimientos más importantes de Marie Curie y de su esposo se contabilizan los rayos X en 1895 y de la radioactividad natural en 1896. En 1903, Marie Curie, su esposo Pierre Curie y Henri Becquerel fueron galardonados con el Premio Nobel de Física por sus aportes en el campo de la radiación, hecho que ayudó aún más a la consolidación de su carrera y de sus investigaciones.

Luego de una trágica muerte de su marido en 1906 es que Marie Curie siguió investigando y haciendo grandes avances para la ciencia, los que tuvieron una compensación cuando en 1911 gana el Premio Nobel de Química. Luego de una vida llena de privaciones iniciales, Marie Curie pudo formar su carrera, formar un espacio importante en la investigación y consolidarse como una de las grandes mujeres de la historia. Murió de leucemia en 1934, a los 66 años.