Vive el amor ¡Escápate a La Serena!

Bien dice el proverbio “El mejor turismo es aquel que se realiza en la otra persona” y qué mejor que este mes para hacer una de esas locuras en parejas; abandonar todo y entregarse al regaloneo en una de las ciudades con las mejores playas y cielos del país.

Arena, playa, cielo y una escapada romántica perfecta

La Serena es una de esas ciudades donde un fin de semana cualquiera puede reavivar el fuego en una pareja. Es tranquila y apacible, por lo que la atención se concentre en ambos. Despertarse tarde, porque en la ciudad nunca hay apuro, disfrutar del aire libre y ¿Por qué no? Unas papayas en conserva, especialidad de la zona. El dulzor de la fruta puede hacer que muchos quieran extender la mañana en la cama.

Pasado el medio día, cuando el sol comienza recién a abrigar la ciudad, se puede aprovechar para ir hasta el puerto de Coquimbo. Pescados y mariscos frescos desembarcan todas las mañanas para abastecer los diferentes locales en él. De más está decir que un mariscal de estos servidos directo del proveedor saben cómo reforzar el amor entre una pareja y algo más… Dejarse llevar por el ritmo del puerto es todo lo que se necesita, recorrer las añosas calles del Barrio Inglés y soñar con cargamentos llegando desde Inglaterra o piratas asechando la ciudad, cuenta la leyenda que un tesoro se esconde en algún punto de la ciudad.

A la hora de la cena, tomar la salida norte de La Serena y buscar Caleta San Pedro. No hay quién se resista a una comida con vista al mar; de entrada un Jardín del Mar acompañado de un pescado fresco de la zona o bien el mítico pastel de jaiba. Al terminar, un recorrido al atardecer, a pie por la arena o bien a caballo… ¿Quién dijo que La Serena era aburrida?

Valle del Elqui

A dos horas y media adentrándose en la cordillera, se encuentra este valle conocido por ser la cuna del pisco en nuestro país. De clima más bien seco, lo normal es que el sol brille durante todo el año, dando color a las uvas que en esta época del año maduran dulces y jugosas. Imponentes y resquebrajadas montañas acorralan el verdor del valle cubierto de parras, el contraste entre los colores es simplemente maravilloso.

Una parada obligatoria es en el Embalse Puclaro donde se puede ver a los windsurfistas haciendo piruetas por encima del agua. En el corazón del valle, Vicuña cuenta con atracciones como una pisquera artesanal, que permite recorrer las instalaciones o bien deleitarse con un almuerzo cocinado al sol. Los restaurantes aquí utilizan energía solar como su recurso principal en la cocina.

Para pasar la noche hay una variada oferta de hoteles boutique, pero de los más connotados para una noche en pareja inolvidable, son unas habitaciones en forma de Domo. Gracias a este diseño arquitectónico se puede ver las estrellas desde la cama, uno de los mejores patrimonios del Valle del Elqui y donde el dormir bajo las estrellas corona un fin de semana inolvidable

¿Y tú, te animarías a dormir bajo las estrellas?