Amada ciencia ficción. El género que por antonomasia despierta el fanatismo de aquellos que se sienten o se autodenominan geeks. Aunque en su tiempo no fue muy populares, al día de hoy debe ser uno de los géneros más populares.
Pero a pesar de que ciencia ficción trata de emular bajo algunos argumentos (que pide que hagamos vista gorda en algunas cosas) la realidad. Hay cosas que simplemente son errores garrafales en lo que a carácter científico se refiere.
Explosiones y sonido en el espacio
A pesar de que muchos postulan que Star Wars es fantasía pura, es evidente que sus batallas espaciales forman parte de la ciencia ficción y junto a otras cintas, suelen cometer un gran error. Las naves explotan y peor aún, lo escuchamos.
Es muy fácil ver el error acá, en el espacio no hay oxígeno, solo vacío, en realidad existen partículas de hidrógeno y helio sin la densidad necesaria para transmitir el sonido (que se transmite por medios materiales) y al momento de estallar, esta debería implosionar, no explotar.
Alienígenas Humanoides
Clásico de clásicos. Desde los Na’vi de Avatar, hasta Depredador, pasando por el E.T de Spielbreg, la ciencia ficción se empecina en pensar que las formas de vida extraterrestre forzosamente deben ser humanoides.
Recordemos que somos parte de un proceso selectivo natural y nuestras condiciones son únicas, de existir vida extraterrestre, posiblemente sea algo completamente distinto.
Por eso me gusta tanto la película La Cosa, ¡bien hecho Carpenter!.
Burdo uso de la ciencia
Son innumerables las cintas en donde se hace uso de “la ciencia” para solucionar problemas. Por lo general las explicaciones rayan en lo absurdo (recordemos esa fantasía irrisoria que es 2012) pero a veces intentan camuflar con palabrería cosas que no tienen razón de ser.
Vamos a tomar como ejemplo Iron Man 2. Tony Stark alimenta su rector nuclear con paladio, elemento químico que lo está envenenando lentamente. Finalmente la solución que encuentra es reemplazar el elemento por uno nuevo.
Lamentablemente, siendo un nuevo elemento, este debería pertenecer a los transactínidos, elementos muy inestables, con poca duración y altamente radioactivos, lo que hace el hecho de manipularlo sin equipo especial, en un acelerador de partículas que se puede “ajustar” con una llave en una cantidad macroscópica –que se puede ver, cuando en realidad debería se microscópica- sea completamente erróneo. ¿Se entiende?
Como sea, éstos son algunos de los incontables errores que suelen cometer las cintas. Pero no nos quejamos, las horas de diversión, finalmente son lo que cuenta. (Aunque no haría daño mejorar).