Privacidad y redes sociales: ¿Cuánto saben de nosotros?

Hagamos el siguiente ejercicio, pensemos en lo que sucedía hace un par de décadas atrás (los que puedan claro). Durante las vacaciones tomábamos muchas fotos, las que después debíamos llevar a un centro de revelado para después compartirlas entre la familia, es decir, con contadas personas de confianza. Es así, ¿ciento? ¿O acaso salíamos con nuestro álbum de fotos, casa por casa, mostrando nuestras vacaciones a los vecinos o a la gente que iba pasando por la calle?

Bueno, con la llegada de las redes sociales y los smartphones a nuestras vidas, nuestro cotidiano poco a poco pasó a ser público; empezamos a compartir fotos de nuestro día a día, de nuestros viajes, de los lugares que visitamos, con quién vamos, en qué cine estamos, qué productos compramos y una larga lista de acciones que hace un tiempo atrás nadie tenía cómo saber. ¡Ahora es de libre disposición! Tú puedes pensar: «pero si da lo mismo, me gusta compartir lo que hago». Y es completamente válido, lo que muchos desconocen es que toda la información que estamos compartiendo, muchas veces está siendo utilizada con otros propósitos.

Facebook y la protección de datos

Recientemente, Facebook volvió a hacer cambios en su algoritmo, es decir, el sistema que regula las cosas que vemos en nuestro feed, e hizo pública su política de privacidad. Su deseo es que nosotros como usuarios aprendamos a utilizarla, es decir, queda en nuestras manos qué tipo de cosas vamos a compartir y con quiénes, de ahí que de un tiempo a esta parte sean más comunes los grupos secretos, donde las personas han aprendido a compartir ciertos contenidos solo con gente de confianza, retomando así esa privacidad que durante algunos años se perdió.

“Dado que muchos usuarios utilizan la plataforma para estar en contacto con otras personas, es importante que sepan cómo manejar su información, ya que no todos desean que el resto de los perfiles, que pueden acceder a sus datos, conozcan dicha información, incluyendo a los directivos de Facebook, es decir nosotros” Señaló Erin Egan, Jefe de Privacidad de Facebook.

Pero hay otro tipo de “privacidad” que desconocemos como protegerla: las redes sociales utilizan parte de tu información para generar estrategias publicitarias ligadas a tus gustos personales, la manera en que interactúas con marcas y otros usuarios, días y horas en que estás más activo, etc.

Instagram no se queda atrás

Al ser propiedad de Facebook, Instagram también está preocupado por el tema de la privacidad, aunque si los comparamos, en Instagram los usuarios tienen más conocimiento y control de lo que comparten. Por ejemplo, el perfil se puede poner en privado fácilmente, lo mismo que bloquear usuarios, controlar los comentarios, etc. Hasta ahí todo bien, son opciones superficiales que la mayoría de los usuarios promedio maneja, sin embargo, hay otros permisos que poco conocemos, como la información que Instagram va a recopilar de ti: tu foto de perfil, email, número de teléfono o comentarios que realices.

Pero eso no se detiene ahí, porque si utilizas la función de “buscar amigos” , se te pedirá acceso a la lista de contactos de tu teléfono móvil; si vas a compartir una foto o video, estarás dando acceso a tu galería; y si haces click en un vínculo, quedará registrado como historial de navegación (sí, es por eso que nunca se abre un navegador al hacer click en un link, siempre quedas dentro de la red social)

Incluso hay teorías conspirativas que dicen que Instagram nos espía.

¿Y qué pasa con Whatsapp?

Bueno, no hay que ser un genio para suponer que el tema es similar en WhatsApp, aunque desde mi punto de vista es mucho más delicado. Al igual que Instagram, Whatsapp pertenece a Facebook, por ende el manejo y tratamiento de nuestros datos, es parecido.

Si bien WhatsApp apela a la privacidad de los mensajes que se comparten, para ello deben ser cifrados de extremo a extremo. ¿Qué significa esto? Que solo el emisor y receptor de dichos mensajes podrán leerlos. Esta opción es automática si es que ambas personas tienen la última actualización instalada en sus teléfonos.

Sin embargo, tal como sucede en las redes anteriores, no tenemos control total del uso de otros datos que podríamos suponer que WhatsApp comparte, como por ejemplo, datos personales, libreta de contactos, micrófono, cámara y un sin fin de “permisos” que seguramente has tenido que brindar para poder utilizar la información.

Como ves, hay mucha más información nuestra dando vuelta, gran cantidad de ella la hemos entregado a conciencia, pero hay otra que desconocemos que estamos compartiendo o que tenemos que entregar sí o sí para poder utilizar estos servicios plenamente.

Utiliza tu LGQ6 para configurar la privacidad de todas tus apps y conocer todas sus actualizaciones.

¿Qué opinas sobre la privacidad en redes sociales?