Bien sabemos que los cielos del norte de Chile cuentan con una privilegiada vista del vasto universo, dando pie a una serie de centros astronómicos ubicados en diversos puntos del lado superior de nuestra larga y angosta faja de tierra.
Tal es la calidad de los avistamientos estelares que son posibles ver desde los lentes de alto alcance que encontramos en los sectores áridos de las regiones nortinas de Chile, que incluso contamos con el sello Starlight, el cual se otorga a aquellos cielos de categoría y clase mundial, que permiten la investigación del universo desde la Tierra.
En este sentido, Chile es uno de los destinos privilegiados y favoritos por todos quienes se consideren amantes del estudio de las estrellas y planetas. De partida, nuestro país cuenta con 30 observatorios a lo largo de su territorio, convirtiéndose en la nación con un tercio de todos los telescopios existentes en el mundo.
En el caso de Chile, es en el desierto de Atacama donde se concentran la gran mayoría de estos centros estelares, como el Observatorio Paranal y el proyecto astronómico ALMA, el más grande del orbe. Tenemos también el que está ubicado en el cerro Mamalluca, en la Cuarta Región, el cual ofrece la posibilidad a los turistas de poder disfrutar de la vista única de los recónditos del universo. En el sitio Trivago, se pueden encontrar incluso, los hoteles que están más cerca de esas instalaciones, viviendo una experiencia turística distinta y totalmente estelar.
ALMA
Si el observatorio Mamalluca fue el primero en abrir sus puertas para el turismo, este proyecto, uno de los más ambiciosos del mundo en el ámbito de la astronomía, es la hecatombe para quienes quieran disfrutar de los planetas y constelaciones a años luz de distancia, todo gracias a su telescopio, el más grande del mundo, llamado ALMA (Atacama Large Millimeter Array).
ALMA, está compuesto por 66 antenas radiotelescópicas que, en conjunto, apuntan al Universo desde 5 mil metro de altura, en medio del altiplano de la Cordillera de Los Andes, ubicado a 50 km de San Pedro de Atacama, en la Segunda Región. Uno de los ejes principales de ALMA es que está capacitada para recibir a los científicos más reconocidos del planeta, quienes tienen el cielo chileno para profundizar en sus estudios de la actividad astronómica.
Se estima que, para el 2020, Chile posea el 60 por ciento de la observación astronómica de todo el mundo, por lo que el turismo astronómico es sólo el comienzo de un terreno fructífero para la explotación de los paseos y turismo en general.
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