Me encantan los detalles, hacer cosas con mis propias manos, regalarlas o simplemente dejármelas para mí. Siempre busco cosas sencillas, pero bonitas y que tengan un toque especial. Es por ello que cuando, después de una súper salida, llegué a mi casa con un ramo de flores y vi que no tenía un mísero florero, tomé una botella de esas boca ancha y las puse ahí “mientras” me compraba algo más “ad hoc” para ponerlas.
Luego pensé “¿Por qué no acondicionar un tarro o esa misma botella? Ponerle algo en el centro o cerca de los bordes. Darle un toque”. Así que me fui directo a mi caja de manualidades (sí, tengo una con papeles lindos, lápices, blondas, arpillera, piedras, cristales y un montón de cosas que ni yo sé que tengo) y encontré lienza de algodón (pita o pitilla) y yute.
Cuando estaba en el colegio me enseñaron a hacer macramé, esos nudos típicos de los colgadores de plantas que tenían nuestras madres y abuelas en el jardín. No sé el nombre de los nudos, pero hay uno que permite finalizar sin dejar rastro de ataduras y es el que utilicé (también puedes usar algún adhesivo y dará igual, sólo que a mí no me gusta ver la cuerda cortada).
El nudo
Espero poder explicarles cómo se hace el nudo, aquí voy:
- Hagan una U sobre la botella, haciendo que la punta sobrepase el límite y la curva de la U esté más debajo de donde pretendemos llegar con la cuerda.
- Comienza a enrollar alrededor de la botella, de arriba hacia abajo cubriendo la U. Tiene que quedar apretado, pero nunca tanto.
- Una vez que hemos alcanzado el límite que queremos, pasamos la punta inferior de la cuerda (que debe ser relativamente larga) por la curva de la U.
- Y aquí viene la parte decisiva: tienes que tirar la punta superior de la cuerda, arrastrando la curva de la U por debajo de lo que ya está enrollado, por consiguiente escondes la punta inferior de la cuerda.
- No tires mucho, tiene que quedar por lo menos en la mitad.
- Finalmente corta el excedente de la cuerda superior a ras y ¡listo!
- Otra forma es hacer la U invertida y que queden las dos puntas abajo, tiras un poco para esconder la curva y atas las dos puntas en un lazo.
Esto puedes hacerlo también con tarros, los cuales puedes usar de macetero para hacer una mini huerta, o poner unas flores lindas como camelias. Si es así no olvides perforar el tarro en la base a modo de drenaje para que el exceso de agua salga y no se pudran las raíces de la planta. No te limites, puedes hacerlo también con maceteros de greda, cerámica y/o plástico.
Yo, además de hacerme un florero con una botella boca ancha, adorné un florero bien fome que tenía. Es una forma de darle un toque distinto a tus cosas, hacer realmente tuyos tus espacios y además ayudar al medio ambiente reutilizando desechos. Qué tal, ¿te animas a hacerlo?