Sentarse en una sala de cine, comer cabritas y ver una película en una pantalla gigante con un gran sonido parece vivir sus últimos años, por que con esta innovación, definitivamente no podrás ni siquiera tomarte una bebida. La nueva tecnología del 4DX te sumerge a la mayor experiencia de la pantalla grande; sintiendo, oliendo, percibiendo, moviéndote y observando como nunca lo habías hecho.
4DX Un cine de experiencia única
Si hace algún tiempo la tecnología 3D, que se ha masificado en gran parte de las salas, nos asombraba, ésta nos dejará “marcando ocupado”. Cada film que se exhibe con el 4DX está conectado e interrelacionado con las butacas y con todo el cine, maximizando una experiencia que va más allá de ver y escuchar.
En el 2013 se inauguró en nuestro país la primera sala 4DX, específicamente en el Cine Hoyts de La Reina, en la que se exhibió el film animado “Turbo”, que dejó a grandes y a chicos anonadados. Hubo movimientos, 3D, chorros de agua, burbujas, aromas y todo tipo de sensaciones, que los asistentes vivieron en esta sala.
Una gran experiencia que cada día va en aumento en la mayor parte del mundo, y cómo no, si la sociedad actual no descansa hasta exigir innovaciones que vayan más allá de los límites, y no se conforma hasta sentirse plenamente satisfecho.
La tecnología 4DX llegó para quedarse y de a poco está se irá masificando más rápido que lento, ya que ver un film con esta innovación una experiencia alucinante, que mezcla el cine con el mejor parque de diversiones.
¿Qué vivirás con la tecnología 4DX?
- El movimiento de las escenas, en las que haya colisiones, viajes y todo a través de las butacas.
- El agua de las tormentas, de la humedad y hasta de piscinas, gracias a sprays instalados en las butacas.
- El humo de las escenas, en que haya explosiones, niebla e incendios.
- El aroma de las escenas en que sea pertinente y necesario.
- El viento de las escenas, experiencia más que favorita, sobretodo en películas de velocidad, de viajes y de toda experiencia en que éste sea pertinente.
- Verás de manera increíble las luces de una escena, en que por ejemplo haya relámpagos, explosiones y/o flashes. Además, de ver burbujas en películas en que éstas estén.