Tener una mayor conciencia del cuerpo te otorga beneficios

Vivimos en un tiempo en donde las personas privilegian ciertos aspectos de la realidad, por sobre otros que, aunque ahora parezcan menos interesantes, durante cientos de años fueron pilares fundamentales en el desarrollo espiritual y físico humano.

Hemos hecho más espacio a aspectos relativamente más formales de la cognición humana o funciones cognitivas superiores. Estos vendrían siendo pensamientos, ideas, conceptos, etc.

Según recoge un estudio aparecido en un artículo de PijamaSurf, a un determinado grupo de voluntarios se les pidió que contaran su pulso sin poner su mano en el pecho. En los resultados se pudo apreciar diferentes niveles de precisión: 1/4 de los sujetos logró un 80% de precisión, mientras que el segmento más bajo, 1/4 también de los sujetos apenas llegó a un 50% de efectividad en este ejercicio.

Luego de esto, se procedió a realizar pruebas cognitivas. La siguiente fase del experimento enseña que aquellos que se mostraron más en sintonía con el ritmo cardíaco, reaccionaron de forma más intensa ante imágenes emotivas, al igual que mayor habilidad para describir sus sentimientos.

En segundo plano

A medida que las conductas más ligadas a la racionalidad decrecen, otras funciones que se encuentran más conectadas, o ligadas, a nuestra sensibilidad interior, cosas como las corazonadas, el instinto, intuición, han ido en desmedro de esta racionalidad. Esto ha hecho que la humanidad limite sus opciones al momento de enfrentar el día a día.

Según David Robson del sitio de futurología de la BBC: “El folclor parece estar en lo correcto, las personas que están en contacto con su corazón tienen más tendencias a ser arrastrados por sus instintos para bien o para mal”.

Es fácil desprender de todo esto que las personas más cercanas a su sensibilidad pueden tener una capacidad cognitiva mejor desarrollada, personas como las  que practican disciplinas como el reiki o el yoga, de alguna forma obtendría mejores maneras y herramientas para para lidiar con sus emociones y procesos cognitivos. Es muy evidente que dentro de todo, el cuerpo y la mente no son tan indivisibles al parecer.