Posturas de yoga para sobrevivir al 18

Por fin llegó una de las fechas más esperadas del año, y si bien son pocos días, haremos todo lo posible por disfrutarlos al máximo.

Todo Chile anda con aire fiestero durante las Fiestas Patrias, y aunque soy una defensora de la alimentación saludable, estoy convencida de que tiene que haber equilibrio. Por eso, hay fechas (¡como ésta!) en las que podemos relajarnos. Yo no como carne, pero disfruto el asado como cualquier carnívoro; hay un montón de alternativas vegetarianas para parrillar. Y aunque no lo crean, se las pelean.

Muchas veces nos excedemos comiendo y tomando, pero eso implica sentirnos mal y pasar el resto de la semana pidiendo perdón. En este posteo quiero recomendarles tres posturas de yoga que nos van a ayudar a salir airosos de este 18 de septiembre. Son posturas fáciles y seguras de hacer, e incluso ayudan aunque tengan tiempo para hacer sólo una de ellas. Cualquiera que elijan les ayudará a activar el sistema digestivo de forma suave y cuidadosa.

Recuerden: aunque dediquemos poco tiempo a las posturas, siempre que hacemos yoga es importante mantenernos muy conscientes de nuestros movimientos, de nuestra respiración y también de nuestra mente.

Vajrasana

Es la única de las tres posturas que podemos hacer inmediatamente después de comer y sin precalentamiento. Para armarla, siéntate en el suelo con los glúteos sobre los talones, apoya las manos sobre tus muslos y –manteniendo la columna recta – descansa en la postura respirando tranquilamente.

Vajrasana es una postura simple y aún así ayuda a que nuestro sistema digestivo funcione mejor. Y no sólo eso: activa todo el área abdominal, es decir también a los órganos reproductivos. Esto se logra ya que el flujo sanguíneo se concentra en ese lugar y nuestro cuerpo lleva la atención del trabajo a esa zona, haciéndolo más eficiente.

Uttana Shishosana

Antes de hacerla es recomendable partir con Adho Mukha y Urdvha Mukha, para entrar en calor y flexibilizar la columna. Luego, y desde Adho Mukha, lleva las rodillas al piso, como en cuatro patas. Apoya los empeines y con los brazos estirados hacia delante intenta llevar el pecho hasta tocar el mat. Mantente así algunos minutos, aprovechando de percibir las sensaciones que aparecen a nivel físico y mental.

La postura del “cachorro estirado” alarga el abdomen, lo que ayuda a aliviar las molestias estomacales provocadas por la comida pesada. Ojo que para esta postura es importante haber esperado un rato después de haber comido, al igual que la torsión que veremos a continuación.

Ardha Matsyendrasana

Las torsiones, además de flexibilizar y revitalizar nuestra columna, le dan un masaje a todos los órganos que están a la altura de nuestro abdomen: intestinos, hígado, páncreas, bazo, etc. Esto aumenta la circulación sanguínea en esa zona tanto a nivel de órganos como a nivel de columna, activando la digestión y drenando las toxinas que se generan en nuestro organismo, como una especie de desintoxicación.

Es importante saber que las torsiones activan los procesos depurativos y siempre se hacen primero hacia el lado derecho, para estrujar el lado del colon, y luego seguir por el resto del intestino al lado izquierdo, siguiendo así su curso natural. Por lo mismo es que antes de cualquier torsión es importante esperar un par de horas después de haber comido.

Prepárate entrando en calor alargando la columna y creando espacio entre las vértebras. Para esto podemos realizar Adho Mukha, llevando la energía hacia los isquiones, para que éstos se proyecten hacia atrás y hacia arriba. Luego, realiza la postura del gato, con un movimiento fluido al inhalar sacando la cola a la vez que estiras el cuello y llevas la cabeza hacia arriba, mientras que al exhalar haces el movimiento contrario, haciendo que la columna se redondee.

De acuerdo a los textos clásicos de Matsyendra, quien fue el primer profesor de hatha yoga, esta postura aviva los fuegos gástricos, cura las enfermedades y despierta a la Kundalini, la energía dormida en la base de nuestra espina dorsal en forma de serpiente.