Las emociones se reflejan en nuestro cuerpo

Como vivimos, nos relacionamos y enfrentamos situaciones influye en nuestro organismo. Todo lo que experimentamos se va configurando en una gran historia emocional de nuestro cuerpo que se refleja en nuestras acciones, comportamientos y opiniones. Cómo caminamos, nos movemos, conversamos y gesticulamos, todo está comunicándose y mostrando desde que emoción estamos viviendo.

Por ejemplo el efecto del miedo en nuestro cerebro se manifiesta desde la amígdala (cerebral) es un órgano que se “activa” con el miedo, es el encargado de dar la orden de alerta al cuerpo para que actúe ante una emergencia. La permanente activación de este órgano predispone la activación del estado de alerta como respuesta a pequeños estímulos perdiendo el control y causando estados constantes en las personas, como la crisis de pánico, así lo comentó Marcela Bitrán en la conferencia “Neurociencia y los perfiles emocionales”.

También podemos acostumbrar a nuestro cuerpo a un estado de calma y paz consigo mismo a través de ejercicios y meditación que colaboran con un estilo de vida centrado en nuestras necesidades esenciales de seres humanos; disfrutar del trabajo, de la posibilidad de estar en constante movimiento, aprendiendo; y, la forma en cómo nos relacionamos con amigos y familia nos permite recibir a diario del cariño y valorarlo en su máxima y más profunda expresión. El secreto está en nuestras emociones, la clave es la sonrisa amplia y sincera que nos permite acercarnos a otros generando un ambiente amable y generoso de respeto.