Grandes mujeres de la historia: Catalina de Rusia

Las mujeres y el poder son una relación  muy fascinante.  Es cierto que históricamente las posiciones de poder han sido ostentadas por hombres, pero hay grandes mujeres que pueden pelear palmo a palmo un escaño entre las grandes administradoras del poder.

Una de ellas, fue sin duda alguna  Catalina II de Rusia, a.ka Catalina la Grande (Ekaterina Alekséyevna).

Emperatriz por 34 años

Emperatriz de Rusia durante 34 años, gobernó desde el 28 de junio de 1762 hasta el mismo día de su muerte, a sus 67 años, allá por 1796.

Originalmente Catalina fue una princesa alemana de la  dinastía Anhalt-Zerbst qye fue enviada por su familia a Rusia para poder contraer matrimonio con el gran duque Pedro, nieto de Pedro el Grande.

Una vez que ya estaba en San Petersburgo, se cambió su nombre original (Sofía Augusta) por Catalina Alexeievna, y pasó a ser parte de la Iglesia Ortodoxa rusa, contrayendo matrimonio  en 1745 con el gran duque, quien accedió al trono ruso en enero de 1762 con el nombre de Pedro III.

Mujer rebelde de la Iglesia

CCO

Sin embargo, estaría lejos de ser una mujer florero.  Su postura rebelde y emancipadora de organismos como la iglesia, le granjeó varios enemigos.

Catalina en junio del mismo año de ascensión al trono junto a su esposo, protagonizó un   golpe de Estado «para la defensa de la ortodoxia y la gloria de Rusia».

La reina tomó la dirección del imperio modernizándolo y restaurando su potencia, europeizándolo, y permitiendo la llegada de las ideas ilustradas. Se preocupó de la educación fundando numerosas escuelas,  secularizó los bienes de la iglesia y durante su reinado la economía rusa creció bastante gracias a la gratuidad de gran parte de la mano de obra, además de generar una política migratoria favorable a la colonización agrícola, especialmente entre Crimea y Kuban, y la fundación de ciudades como Sebastopol y Jerson.

Catalina tampoco estaba sola. Es conocido que tuvo números amantes con los que era muy generosa, dándoles elevados cargos mientras lo fueran e incluso llegando dalrs grandes riquezas y beneficios una vez terminada la relación.

Grigori Potiomkin, Grigori Orlov, Aleksandr Dmítriev-Mamónov, el príncipe Zbúbov o Serguéi Saltykov, fueron solo algunos de ellos. Incluso, se sospecha que Saltykov era el verdadero padre de Pablo I y no Pedro III.