Essena O’Neill la joven que muestra el lado B de las redes sociales

Hay varios dichos para referirse al equívoco que puede resultar hacer un juicio basado en lo superficial. “No todo lo que brilla es oro” o “Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir».

Y es que las apariencias en el mundo de hoy, parecen serlo todo. Eso es lo que solía creer Essena O’Neill,  ex-estrella de Instagram (red social que eliminó) que con solo 18 años tenía 700.000 seguidores y era una guía de perfección y estilo en las redes sociales.

Sin embargo, esa perfección dio un vuelco inesperado. Hace muy poco, Essena, subió un video a su cuenta de Youtube en donde se mostraba completamente distinta. Ya no estaba perfecta. No lucía una piel tersa y parecía una chica común y corriente. Entonces, el video empieza.

(Video de iKaryn)

«Para ser realistas, he pasado la mayor parte de mi vida siendo adicta a las redes sociales, la aprobación social, el estatus social y mi apariencia física. Estaba consumida por ello. ¿Cómo podemos darnos cuenta de nuestros propios talentos si no dejamos de fijarnos en los demás?»

Essena parecía haber alcanzado el sueño de muchos adolescentes, pero simplemente no era feliz:

“¿Por qué me siento tan perdida, solitaria y miserable?”. Es por esto que decidió ponerle fin a esta vida “falsa”, renunciando a la mayoría de sus redes sociales y dejando de editar sus “fotos perfectas”.

“Abandono las redes sociales para decirle a todo el mundo: me sentía miserable. Lo tenía “todo” y me sentía miserable. Porque cuando te dejas definir por números, te dejas definir por algo que no es puro, que no es real y que amor”

Este breve vídeo hecho por PlayGround Magazine también te explica todo de forma sintetizada.

Es claro que Essena se cansó de una vida frívola y definida por la presión social que te da el éxito de la web. Essena borró todos sus cuentas de redes sociales y  comenzó, el movimiento Let’s be a game changers, con el que busca que hombres y mujeres dejen las falsas vidas de las redes sociales y tengan una saludable vida real.

“Sin darme cuenta, pasé toda mi adolescencia adicta a las redes sociales, la aprobación social, estatus social y apariencia física. Las redes sociales, especialmente cómo yo las usé, no son reales”.

Foto principal: Instagram Essena O’Neill