11 febrero 2015

Descubrir nuestro máximo potencial

Este es el título más de manual de autoayuda que le he puesto a un artículo, aunque nunca me leí uno de esos libros. Más bien tiene que ver con mi experiencia y el tiempo que he pasado tomando notas: soy fanática de las libretas de notas, tengo más de las que necesito para escribir las ideas, descubrimientos y planes que hago sobre mí o sobre mi vida.

En ese afán de analizar y anotar todo (no puedo evitarlo, ¡soy virgo!) es que fui notando cómo durante la vida vamos creando –sobre nosotros mismos o sobre el resto– ideas preconcebidas que de alguna manera contaminan nuestra manera de ver el mundo. Tal vez fuimos criados en ambientes hostiles o con padres que de alguna u otra forma nos convencieron de cosas sobre nosotros mismos que nos hacen daño. Cosas que no son verdad.  

Entonces creamos capas que van enterrando nuestras cualidades y poniendo por encima los miedos, el ego, el orgullo y tantas otras falsas creencias que estamos convencidos son parte de nosotros. Lo interesante es darnos cuenta de que en realidad esas capas son producto de dolores; es decir, son una forma aprendida de protección.

Puedo asegurarles que no es fácil –es algo que llevamos desde la infancia–, y para lograr avanzar lo más importante es ver qué cargas llevamos y cuáles queremos dejar atrás. Entonces armamos un plan y trabajamos por él todos los días.

Consciencia en un mundo que va a mil

La locura de la tecnología nos tiene sobrepasados y no es fácil parar a mirarnos, a dudar si esto es en realidad lo que queremos. Vivimos desconectados de nosotros mismos, corriendo para todos lados y son muchas las personas que viven deprimidas, con problemas familiares, no les gusta su trabajo, no se sienten realizadas, les gustaría ganar más plata, ser más exitosos, o al menos, más atractivos. Entonces, ¿qué quiero decir cuando hablo de nuestro máximo potencial? Hablo de vivir con intención.

La respuesta está en la paradoja de aceptarse a uno mismo para poder cambiar. Ser vulnerables para aceptar que no tenemos talento para la cocina, que nos aterra cambiar, que tenemos poca paciencia, que hay días en que la angustia nos sobre pasa y que otros días es la ansiedad. Mirar cómo somos en realidad es el primer paso para ver objetivamente, sin culpa, y poder hacer algo para resolver eso que no queremos perpetuar.

Pasito a paso

Entonces nos damos cuenta de que en realidad no es el entorno el que tiene que cambiar sino que la forma en la que nosotros enfrentamos la vida. Ya aprendimos que nadie nos dará una respuesta reveladora que resuelva nuestras inseguridades y conflictos, que jamás va a llegar un sobre con plata que nos solucione la vida y que no vamos a crecer esos centímetros extra que creemos nos hacen falta para ser más cautivadores.

Alcanzar nuestro máximo potencial es un trabajo cotidiano en donde decidimos no dejar que la vida nos pase por encima. De eso se trata vivir con intención y es la única manera de ser verdaderamente libres, sin ser víctimas de estas capas que sin darnos cuenta van tapando quiénes somos en realidad. La meditación y la práctica constante de yoga son excelentes herramientas para identificar y resolver nuestras dificultades emocionales y mentales, logrando así una mayor conciencia de quiénes somos.

Lo que finalmente importa es entender que nuestra vida siempre estará ahí, complicándonos un poco, pero no hay duda de que podemos estar mejor. La clave está en darse cuenta que uno tiene la capacidad de cambiar si nos damos el tiempo de mirarnos de frente y vivir el proceso, sin miedo.

Catalina Avendaño

Compartir

LG OLED TV

LG NanoCell TV

LG InstaView

LG TWINWash

LG Serie K

Telvisores OLED de LG

Negro absoluto, colores perfectos

VER MÁS

@MundoLG

¡No te pierdas nuestras últimas actualizaciones!