Acupuntura para quitar la ansiedad

Nos hemos mal acostumbrado a aceptar muchas cosas que nos provocan ansiedad. La autoexigencia, el estrés, ansiedad por lo que viene, por lo desconocido, lo diferente, lo que nos da miedo. Las razones para sufrir de ansiedad son muchas, al igual que sus síntomas: desde la respiración corta, aumento en los latidos del corazón y transpirar helado, hasta ataques de pánico. Las alternativas son variadas, pero terrible en todas sus etapas.

Como muchas otras, esta milenaria técnica de la medicina china es usada para tratar y prevenir los problemas de salud, los cuales tienen que ver con un desequilibrio energético más que con el síntoma mismo. Esta energía es conocida como Qi, y nos recorre de pies a cabeza a través de los meridianos. Lo que hace la acupuntura poner agujas en lugares específicos de nuestro cuerpo para lograr restablecer el flujo de esta energía.

Cómo trabaja

Tal como en el yoga, es a través del cuerpo en la acupuntura que logramos conectarnos con aquello que es más sutil dentro de nosotros, ya sea alma, espíritu, emociones, o como queramos llamarlo.

Las agujas se insertan a medio milímetro de un nervio, y dependiendo del lugar, provocan que el sistema nervioso ayude al cerebro a manejar (en este caso) la zona de las emociones, que es donde se estaría provocando la ansiedad. Es decir, es una terapia que nos ayuda a retomar el control de lo que sentimos. También hay estudios que comprueban un recurso biológico, porque la acupuntura disminuye la secreción de hormonas del stress.

La acupuntura también nos permite tratar las enfermedades sin remedios, lo que en tiempos como estos, llenos de ansiolíticos y antidepresivos, se agradece una alternativa efectiva y libre de químicos y sus efectos secundarios y dependencia. La ansiedad también necesita de terapia, o sea tiempo y plata por montones si queremos dejar de vivir con esa sensación de desconexión con la vida.

Emociones que es bueno escuchar

La acupuntura es una práctica milenaria traspasada de generación en generación, usada para tratar dolencias físicas y emocionales. Hoy sigue siéndonos útil porque vivimos con expectativas altas y no cumplirlas pocas veces es una alternativa. Entonces lo que hacemos es prácticamente subirnos al mundo –como decía Mafalda– y no bajarnos más. Y lo hacemos de lo más bien, se supone, pero por dentro no sabemos cuánto es lo que le estamos exigiendo a nuestro cuerpo y a nuestra mente.

El cuerpo es lo más tangible y por eso se desgasta, pero también se cuida y se sana, y con eso podemos ayudar a nuestra mente a mantenerse igual. No importa si es un síntoma físico o emocional, en ambos casos el especialista sabrá cómo ayudarnos.

La ansiedad es sólo una de las tantas aflicciones que esta terapia complementaria puede ayudarnos a sanar. Podemos acudir a ella si tenemos dolores de cabeza, sobre peso y dolores articulares, e incluso problemas de fertilidad, trastornos sicoemocionales, adicciones y angustia, entre otras cosas.

Todos sanamos distinto, y necesitamos de cosas distintas para sanar. Y si bien, tal como otras terapias alternativas no son probadas científicamente como una solución, no se pierde nada intentándolo, tal como eso, como una alternativa entre muchas.

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