Tokio, convergencia entre tradición y modernidad

Tokio no es sólo la capital de Japón, es más bien la puerta de entrada a un país donde convergen tradición y modernidad. Por una parte imponentes rascacielos, multicolores pantallas que muestran lo último en modernidad. Personas que van y vienen tratando de alcanzar uno de los cientos de trenes que se mueven por la metrópolis, a veces hasta 4 pisos bajo el suelo. Pero entre todo siempre hay un parque o templo que nos demuestra cuán contemplativos y respetuosos por sus tradiciones pueden ser los japoneses.

Durante los meses de verano es habitual encontrarse a hombres y mujeres usando Yukata, la prenda tradicional similar al Kimono pero confeccionada de un material más ligero capaz de soportar las altas temperaturas del mes de agosto.

La comida en Tokio no es sólo sushi; Japón cuenta con una variedad inmensa de platos donde los pescados y verduras son los favoritos. Debido al idioma, para un turista puede ser un dilema ordenar comida, es por esto que cada restaurant cuenta con una réplica exacta de su menú apostada en las vitrinas. Así es fácil señalar lo que se quiere para degustarlo en la mesa.

Lo más valorable de Tokio son sus personas, convivir con 13 millones de vecinos no debe ser fácil, es por esto que sus habitantes han aprendido a respetar al que se encuentra al lado. Aquí no hay empujones o gritos y pese a que todos parecen muy ocupados, siempre hay tiempo para ayudar al extranjero perdido.