¡Que viva el Agua!
Estamos por fin en el ansiado verano, época de sol, terrazas, patitas en el pasto, días más eternos, de mañanas frescas y tardes calurosas. Fines de semana en los que dan ganas de salir de picnic o a hacer deportes, aunque a veces la alta temperatura nos tira tanto para abajo que sólo buscamos quedarnos en paz, a la sombra y donde corra viento.
La deshidratación anda a la orden del día y nos llenamos de bebidas con gas metidas en la retina gracias a los avisos de la TV, olvidándonos de beber lo más rico, refrescante y efectivo contra la sed: el agua.
De vertiente si están en el campo, mineral embotellada si lo suyo la ciudad, de la llave incluso si es lo suficientemente helada; el agua es nuestra mejor amiga en esta época para refrescarnos por dentro y por fuera. La piel se pone más linda y sufre menos con el sol si bebemos constantemente, las grasas y colesterol acumulado comienzan a diluirse y como si fuera poco, se nos quita el calor en un dos por tres.
Recuerda las aguas saborizadas
Si la encuentran fome y sin gracia nunca olviden que pueden saborizarlas, basta con llenar y refrigerar jarros con agua con rodajas de naranja, limón, pomelo y cítricos en general, y además se beneficiarán con las propiedades de éstos. O bien pepinos en rodajas, con cáscara y todo. Berries variados y hierbas como albahaca, menta y hierbabuena; jengibre para darle un sabor más picante; canela para acercarnos a olores de nuestra niñez, o bien manzanas cortadas en gajos y frutas que nos resulten interesantes a pura nariz: de ésas que vas por la calle o la feria y ¡paf! el rico olor te pega y obliga a que te acerques al caserito para que nos pese un kilo o dos.
Y ya que estamos en ésa, nunca olvidemos la maravilla de preparar té helado. Blanco, rojo, verde, la cosa es jugar con los sabores y verán que con harto hielo, durazno, naranja o lo que quieran más una terraza, chalitas, buena conversa y amigos van a estirar aún más las ricas tardes que ya están acá. No queda más que aprovecharlas entonces porque vaya que se echan de menos después.