¿Cómo hacer Nutella en casa?

Hay placeres en la vida que son innegables. La comida, las vacaciones o comer rico. En fin, existe una numerosa lista de actividades y emociones que nos transportan a un estado de éxtasis, placer, alegría, etc., y que nos hacen vibrar y sentir que la vida es hermosa y que ojalá fuera eterna.

Y sí, entre estos gustos terrenales, se encuentra la Nutella. Esta preparación en base a cacao y avellanas proveniente de Italia y firmado por el chocolatero y rey de los dulces, Ferrero, es un manjar del que podemos disfrutar comprándolo en el mercado. Es decir, está al alcance de nuestra mano (y dedos).

Sin embargo, como muchas personas están optando, siempre es mejor y recomendable que este tipo de preparaciones y exquisiteces sean preparados de forma casera. Además de que ahorramos dinero, aprovechamos de lucirnos en la cocina. Por eso, debido a que sabemos del éxito de la nutella, y de que sirve de acompañante para unos deliciosos panqueques, waffles o lo que queramos, es que te entregamos una receta del sitio Cocina y Vino para hacer esta crema de chocolate y avellanas, en la comodidad de nuestro hogar.

¿Qué necesitamos?

• 150 g de chocolate.
• 1 cucharadita de mantequilla.
• 1 taza de avellanas tostadas y peladas.
• Azúcar a gusto.
• Aceite comestible (opcional).

¿Cómo lo preparamos la Nutella casera?

Picamos el chocolate en trozos pequeños y lo derretimos junto con la mantequilla en nuestro microondas LG. Una vez derretido, mover bien y asegurarse de que no queden grumos.

Llevar las avellanas peladas a una licuadora y procesarlas hasta hacerlas polvillo. Si se hace muy difícil, puedes usar aceite comestible para hacer una pasta de avellanas.

Una vez que las avellanas estén totalmente pulverizadas, agregar el chocolate derretido y el azúcar al gusto, y continuar procesando para que todo se integre muy bien.

Verter la mezcla en un envase y llevar al refrigerador por lo menos 30 minutos antes de consumir.

Tip: en caso de que se tenga avellanas enteras, puede ponerlas a tostar en una sartén u horno, hasta ablandar la piel que las recubre. Luego, colocarlas sobre una servilleta húmeda y retirar completamente la cáscara presionándolas un poco.