Hoi An, salida de un sueño

La desconocida Hoi An es una pequeña ciudad costera ubicada al centro de Vietnam. Lejos del ruido y descontrol de las motocicletas que invaden Saigón, los peatones circulan con libertad entre angostos callejones de casas bajas y techos puntiagudos. Debido a su influencia japonesa centenares de faroles de papel alumbran las veredas del centro, uno a uno van iluminado el camino de los que pasean a la orilla del río que cruza la ciudad. Algunos comerciantes aprovechan el espectáculo para ofrecer pequeñas velas flotantes que corren río abajo hasta llegar al mar. Sin duda alguna un juego de luces que acompaña a los comensales de restaurantes vecinos mientras se disfruta de las delicias de la comida vietnamita.

Un día de playa en Hoi An no es más que relajo; una reposera de madera bajo un bosque de palmeras, las aguas cristalinas del mar de la china Meridional y un shake de mango hecho en el momento. Por la tarde se puede recorrer la orilla, encontrar a los pescadores preparando sus pequeños botes de mimbre recubiertos en barro. Las mujeres tejen redes en la arena mientras los más jóvenes sortean las escasas olas que se hacen en la orilla.

“Salida de un sueño” es el comentario principal que describe a Hoi An, no por nada la UNESCO la nombró Patrimonio de la Humanidad el año 1999. Será por sus majestuosas playas, los campos de arroz que la rodean o sólo por la calidez de su gente que concentra lo mejor de los vietnamitas. Mil y un motivos para enamorarse de este pequeño pedazo de cielo ubicado en Vietnam.