31 julio 2014

El francés que se enamoró de Chile y su pipeño

Fotografía de portada: Eddy Duluc

Desde hace varios años, el vino chileno es producto de exportación, no por nada, Chile es el quinto país en exportación de vino a nivel mundial y primero del continente americano. Si bien nuestro vino ha sido reconocido como los mejores del mundo con sus cepas Cabernet Sauvignon, Syrah y Carménère, hoy gracias a un francés, el clásico Pipeño sale de nuestras fronteras para ser distribuido en Europa y Norteamérica.

Pipeno-uva

«Pipeño» es la palabra chilena usada para nombrar al vino producido en los terrenos de los antiguos misioneros del sur, este vino era guardado y transportado en barriles de madera de 400 litros llamados «pipas», de ahí su nombre. En una estadía en nuestro país, Louis-Antoine Luyt descubre el vino chileno, y decide armar su proyecto de vida en este lado del mundo.

Luyt llega a Chile por primera vez en 1998, en ese momento se enamora de Chile y trabaja en varios restoranes de Santiago donde se inicia en la cocina y finalmente, luego de volver a Francia para especializarse en Enología, vuelve a Chile para dedicarse al vino.

Mantener las tradiciones, su gran propuesta

Durante 16 años Luyt ha trabajado con mucha persistencia para crear su propia estructura vinícola siempre con un objetivo: hacer un vino natural y de calidad. Reconocido notablemente por haber creado y exportado vinos a partir de la cepa País, se esfuerza hoy por diversificar su actividad con la propuesta de vinos “Pipeños”.

Los pipeños de Luyt son vinos elaborados de la manera más natural y tradicional de vinificar. La uva -comprada a diversos campesinos de la zona de la 7ma y 8va región- no recibe ningún producto químico, la tierra se ara con caballos, la uva se cosecha y desgraniza a mano, luego se muele a zaranda, y se vinifica en lugares abiertos con pisoteos diarios. Una vez terminada la fermentación, el vino se guarda por poco tiempo en pipas de roble chileno.

Pipeno-proceso

Hoy el Pipeño es poco valorado, a veces incluso considerado como el vino del “borracho», del pueblo, o de quinta categoría.  El desafio de Luyt es mostrar a los consumidores que el Pipeño es un gran vino, aprovechando el enorme potencial de su fruta quiere mantener vivo el patrimonio, y la tradición artesanal de los chilenos, motivándolos a que no pierdan sus técnicas de trabajo antiguo, pues cree que le dan un gran valor agregado al vino.

Pipeño de exportación

Según expertos, el pipeño deja en la boca un sabor redondo, suave, ligero, con un material sedoso primero, y luego ganando consistencia masticado gradualmente. Bebido a 16-17 °, tiene mucha frescura. El final es increíblemente rústico, mezclando tierra, monte bajo (tomillo, orégano), y fresno con buena persistencia.

En las vendimias 2014, Luyt produjo 70.000 litros de pipeño, y más de 110.000 litros de vinos (País, Huasa, Carménère, Carignan, Cinsault, Pinot). Hoy, el Pipeño está disponible en Nueva York, París, Quebec, Chicago, San Francisco, Los Ángeles, Detroit y Nouvelle Orleans. Todo gracias a un francés que se encantó con el vino y su tradición chilena, y se atrevió a cumplir un sueño.

A continuación les dejamos un maravilloso video que muestra cómo se prepara el Pipeño de Luyt.
¡Cuéntanos qué te parece!

Pipeño 2014 Louis-Antoine Luyt de Thomas Parayre.
Visita el sitio web de este proyecto.

Equipo LG Mobile

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