El Churrasco Italiano, fiel compañero para toda ocasión

La verdad desconozco a quién se le ocurrió bautizar como “italiano” al aderezo tomate palta mayonesa de los sánguches; la asociación entre bandera y colores es bien obvia, pero más de un maestro poeta lo debe haber empezado a llamar así y tal cual quedó. TPM en la V Región y quizás qué otros nombres tiene en más de algún carrito bajonero, pero la verdad es que ahí está y todos sabemos a lo que nos referimos.

Una carne blandita como la posta por ejemplo, con harta sal y ajo si lo hacemos en casa, reposando un par de días en un plato hondo tapado para luego caer justo a la sartén caliente; una marraqueta rica y crujiente, fresca y sacada de la amasandería de barrio; mayonesa casera bien amarilla y espesa, palta muy madura molida y los mejores tomates de la temporada que podamos encontrar. Al primer mordisco se desparrama y nos da igual, total hay pan de sobra para barrer la plaza y seguir devorando tan maravilloso sánguche.

Mucha ciencia no tiene, pero pucha que es rico. Compañero fiel de vueltas de fiestas bien regadas donde pasamos a hacer una parada técnica en un carrito de la esquina; almuerzo BBB en fuentes de soda para trabajadores y estudiantes; merecido premio para terminar con una tortuosa dieta donde uno se autorecompensa “porque total me he portado bien toda la semana”, y una maravilla no esperada cuando aparece en cumpleaños donde el anfitrión va más allá de la papa frita y la piscola para atender a sus invitados. Te amamos churrasco italiano, y creo que las razones sobran.

De la forma que sea

¿Y ustedes dónde lo prefieren si es fuera de casa?, ¿pan frica o marraqueta?, ¿le echamos mostaza o ketchup para hacerlo bien goloso, o le pedimos al maestro que con su misma técnica de corte nos pase un platito con una porción de ají verde para hacerlo aún más apetitoso?

Sea como sea el preferido, agarren una buena cantidad de servilletas de ese cono gigante de fuente de soda, una cerveza, fanshop o bebida y no se preocupen si quedan mirando el segundo, total ya sabemos que la vida es una sola y si hay que morir de algo, ojalá sea acompañado de un fantástico churrasco italiano.