Receta de Brochetas de camarón y piña

Los días se van poniendo más soleados y la fruta más sabrosa, y con este clima se nos empieza a antojar comer sabores más frescos y tropicales. La combinación de piña y camarón es súper rica y aunque parezca extraño marinar ambos con la misma mezcla les prometo que no se arrepentirán de probar esta agridulce receta.
Una de las cosas importantes de recordar es siempre comprar camarones crudos (pueden ser congelados), porque necesitan muy poco tiempo de cocción y es muy posible que, si están precocidos, uno luego los cocine demasiado. En este caso solo nos toma 2 minutos por lado a fuego alto para lograr que sigan jugosos. Más tiempo que eso resulta en un camarón más elástico y resistente a la mordida.
Para escoger una piña que esté madura y dulce puedes mirar el color de la cáscara. Las más verdes están menos maduras y las que tienen tonos más cafés están listas. Normalmente después de comprar una piña la corto y trozo apenas llego a mi casa porque es de esas frutas que siempre al momento que la quieres comer te llenas de flojera y terminas comiéndote un yogur. Así, puedes dejar unos trozos separados para esta receta y el resto te lo puedes comer al desayuno, como snack, etc.

Ingredientes (12 brochetas)

• 500 gramos de camarones crudos sin cáscara y sin vena
• 500 gramos de piña en trozos cortada del tamaño de los camarones
• 2 cucharadas jugo de limón sutil
• Ralladura de 1 limón sutil
• 4 cucharadas de aceite de oliva
• 2 cucharadas de azúcar rubia
• 2 dientes de ajo rallados o picados finamente
• Ají en hojuelas a gusto
• Sal y pimienta a gusto
• Sésamo negro para decorar

Preparación

1. Poner en un bowl todos los ingredientes menos el sésamo negro y mezclar.
2. Dejar marinar en el refrigerador por 2 horas.
3. Cocinar en un grill o en la parrilla a fuego muy alto por 2 minutos cada lado.
4. Servir inmediatamente decorando con sésamo negro.

Te quedará un tropical y refrescante plato para picar, perfecto para un almuerzo de domingo en tu jardín o terraza, o incluso para llevar de picnic. Además, no requieren de mucho trabajo ni ensucian platos en exceso.
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