Alimentación para cuidar tu corazón
Si te preocupa la salud de tu corazón y te gustaría ayudarlo a mantenerse sano, hay ciertos alimentos que puedes incluir en tu dieta y que te van a ayudar. Ya conocemos los beneficios de la dieta mediterránea; de comer frutas, verduras, grasas sanas y semillas, donde además cocinar con ingredientes de buena calidad es lo que hace la diferencia. Un plato cambia si está preparado con productos frescos y de la estación, es la combinación inteligente lo que permite crear algo rico sin que sea necesario ser experto en cocina.
Para alimentarnos de manera saludable es necesario darse el tiempo, eso está claro. Si cambiamos las comidas preparadas o congeladas por cocinar nosotros mismos, serán muchos los beneficios, entre ellos, disminuir los niveles de colesterol y aumentar el consumo de nutrientes. Aquí les dejo algunos elementos que debemos agregar a nuestra dieta si queremos tener un corazón sano para rato.
Fibra
Nos ayuda a protegernos del colesterol que consumimos, porque con niveles altos aumenta el riesgo de sufrir de alguna enfermedad al corazón. Cuando comemos fibra tenemos una mayor capacidad de digerir (y por ende botar) el colesterol de nuestro sistema. Las fibras solubles y las insolubles están en la avena, los granos integrales, las nueces, las semillas, los porotos, las lentejas, las arvejas y algunas frutas y verduras.
Podemos incluir fácilmente la fibra en nuestro desayuno, por ejemplo en una combinación de avena, algunas semillas y fruta fresca.
Omega 3
Son las grasas saludables, pero a diferencia del colesterol, nuestro cuerpo no las produce. Esto quiere decir que tenemos que consumirlas en los alimentos para poder aprovechar sus beneficios. Nos ayudan a bajar la presión sanguínea, lo que a su vez disminuye las probabilidades de tener problemas al corazón (tener la presión alta puede debilitar los vasos sanguíneos y provocar coágulos o ataques cardíacos). Y no sólo eso, también fortalecen nuestras neuronas.
Para añadir Omega 3 a tu dieta cocina con salmón, atún, semillas como la chía y la linaza, y nueces.
Grasas buenas
Cuando escuchamos la palabra “grasa”, inmediatamente pensamos en un plato de comida que no será muy bueno para nuestra salud. Es así cuando hablamos de grasas saturadas (como la mantequilla, el helado y la que está en la carne) y de las grasas trans (aceites hidrogenados en galletas, papas fritas, etc.), las que en exceso pueden aumentar nuestros niveles de colesterol, causando problemas vasculares al acumularse en las arterias.
Pero la grasa es un nutriente y una fuente de energía, por eso es importante que sea parte de nuestra alimentación, pero de la buena. Para eso podemos usar aceite de oliva, frutos secos, huevos y palta, pero siempre en porciones reducidas, porque estos alimentos siguen siendo altos en calorías.
Antioxidantes
Los antioxidantes nos ayudan a retrasar el envejecimiento (y muerte) de las células, producido por los radicales libres que produce la exposición al sol, la contaminación y hasta la oxidación que causa el mismo oxígeno. Lo que hacen los antioxidantes, es estabilizar a estos radicales libres, evitando que dañen a otras células. Como nuestro cuerpo no tiene la capacidad de generar antioxidantes para neutralizarlos a todos, podemos ayudarlo con nuestra dieta.
Algunos alimentos tienen más antioxidantes que otros, y esos son los que nos pueden ayudar cuando buscamos un corazón sano. Si quieren saber cuáles son las frutas o verduras con mayor cantidad, busquen las de color más intenso: los frutos rojos por ejemplo (arándanos, moras), de hojas verdes (espinacas, acelgas y brócoli), cítricos (naranja y kiwi) zanahoria, uva morada y manzana. Dos porciones al día nos darán una buena cantidad de antioxidantes para mantener a nuestro organismo protegido.
¡Cuida tu alimentación a la vez que cuidas tu organismo!