Grandes mujeres de la historia: Violeta Parra, la artista atormentada

La semana pasada se cumplieron 48 años desde que la gran Violeta Parra dejó de estar entre nosotros. Casi medio siglo sin su presencia, sin su calidez, sin una nueva canción que escuchar y, al mismo tiempo, acompañados de un gran legado cultural para nuestro país y para el mundo entero.

Violeta Perra, nacida en 1917 en San Fabián de Alico, San Carlos, es un referente indudable de la música chilena en todo el mundo. Sus canciones, sus poemas nos acompañan, nos dan alegría y rescatan una parte fundamental de la historia folclórica nacional.

Hija del gran Nicanor Parra, ella tuvo siempre el don de la creación y lo expresó en muchísimas formas: pintura, poesía y música. Compuso al rededor de 128 canciones  y publicó entre cancioneros y poemas un total de 23 libros.

Una vida de éxito y tormento

Su vida siempre azarosa la vio ser madre tres veces y contraer matrimonio en un par de ocaciones, pero ella sabía que su verdadero amor era la música, por ello no tardó en mudarse a Santiago, alentada también por la pésima salud de su padre y la necesidad de trabajo, donde rápidamente ganó fama.

Todo iba bien para ella: hizo grabaciones de forma continua y se convirtió en un referente para todo el país, llevando la música folclórica nacional a niveles nunca antes alcanzados, como lo fue su presentación en el Museo del Louvre, en París

Desafortunadamente, el mundo que ella le tocó vivir no fue suficiente para sus corazón eufórico, por lo que el 4 de febrero de 1967 decidió quitarse la vida.

Pero personas como Violeta nunca mueren, siempre están en el aire, porque sus canciones suenan y sonarán eternamente por todas las radios del mundo. Tú le dabas gracias a la vida, Violeta, y todos nosotros te damos las gracias a ti.