¡Y se fue Lollapalooza 2014!

Fueron 2 días cargados con la mejor música, de diversos estilos y provenientes de distintas partes del mundo, una fiesta que tuvo su punto de partida el 2011 y que este 2014 nos demostró que es un festival vivo, en constante evolución, siempre dispuesto a sorprendernos y emocionarnos al máximo

¿Teenapalooza?

Sábado, 11:40 am, cientos de adolescentes corriendo como si su vida estuviera en juego con tal de llegar a alguno de los escenarios donde se llevaría a cabo la acción. Sí, es cierto, siempre se vive la misma euforia, sin embargo este 2014 los más jóvenes tuvieron un protagonismo más marcado que en ediciones anteriores ¿Cuáles son los motivos?

No creo que haya uno sólo, sino varios factores los que aportaron. En primer lugar, la parrilla de artistas fue mucho más atractiva para el segmento Teen en comparación con el 2011, donde la oferta era mucho más indie y “densa” musicalmente.

Ellie Goulding, Lorde, Capital Cities, Imagine Dragons, Zedd y Krewella, por nombrar algunos, son cantantes y bandas que han cautivado a los más jóvenes y que quizás se hubieran podido presentar de igual forma en nuestro país, con conciertos independientes, debido a la masividad que han alcanzado. La mayoría de ellos han ocupado el Top 10 en el Hot 100 de Billboard y poseen el mismo arrastre en Europa, convirtiéndolos en músicos atractivos para los teens, sin considerar la cantidad de clubes de fans que poseen.

Factor Kidzapalooza

Otro punto importante en esta disminución en el promedio de edad de los asistentes de Lollapalooza, fue incluir el escenario Kidzapalooza desde el 2011 a la fecha. Los adolescentes que durante el fin de semana corrían de un escenario a otro, son los niños que fueron con sus padres a la primera edición del festival y vibraron al ver a Los Pulentos o Achu y Los Plumabits. El germen musical rindió frutos.

¡Lollapalooza para todos!

Padres e hijos compartiendo una sola pasión, la música. Esperamos que este equilibrio a la hora de elegir a los artistas se mantenga, la diversidad que ha alcanzado Lollapalooza lo transforma en un festival con una mística sin igual, que además de entregar un espectáculo de primer nivel en diversas corrientes musicales, crea lazos entre generaciones, que se mantendrán a lo largo del tiempo.