¿Privacidad afectada o facilidad tecnológica? Reconocimiento facial en Facebook

Cada vez estamos más cómodos y felices con la tecnología que nos brindan diferentes aplicaciones en nuestros smartphones. Entre ellas muchas gratis y que hacen más “cercano” tu encuentro virtual con amigos que hace mil siglos no habías visto, el ex compañero de curso de básica, media y universidad.

Hace unos meses Google sacó su app “Photos” la cual reemplaza nuestra antigua galería de fotos del Android. Es una app bastante buena pero de frentón te inunda con que todo lo puedes dejar en la “nube” lo cual es muy cómodo y saca de apuros cuando borras por casualidad una imagen o pierdes el celular.

Pero no te has puesto a pensar que ¿tus queridas y “privadas fotos” puedan ser escaneadas permitiendo a Google tener tu identidad y la de tu familia en sus servidores? ¿Qué pasa si lo hackearan? Claro, no somos famosos mundiales cómo para que nuestra vida se vea comprometida a nivel nacional, pero si se filtran a nivel personal sería terrible, no hay privacidad.

Al aparecer ésta nueva herramienta, Facebook no se quedó atrás y lanzó “Moments”. Una app que no fue lanzada ni en Europa ni Canadá. Aquí es donde empezamos a sospechar. La idea es simple y eficaz, ¿has estado en un evento donde te sacas muchas fotos y quedan de mandártelas pero eso nunca pasa? Bueno, Moments te arregla la vida, las ordena y las escanea con un software de reconocimiento facial buscando tu bello rostro y avisarte que estás por ahí en la red.

Facebook cuenta que ésta herramienta es sólo para grupos pequeños, pero pensando de que es la red social más grande que existe, su futuro es preocupante, ya que nos estamos acostumbrando a que las tecnologías “gratis” sean más cotidianas y pasen por alto la importancia de la privacidad.

Si bien no hay que ser perseguidos, hay que ser cautelosos. Nuestra cara es única, si es que no tienes un gemelo, pero es importante. Tan importante como nuestras huellas, y que ella pueda ser tagueada o identificada por un software es bastante preocupante y posiblemente peligroso, ya que nuestras leyes chilenas no parecen estar muy preparadas para ésta tecnología, que trae por ahora soluciones, pero en el futuro pueda ser riesgosa para la sagrada privacidad.

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