Situaciones tecnológicas de terror

¡Se viene Halloween! Esta celebración, sinónimo de dulces, niños y no tan niños disfrazados, nos evoca una palabra: terror. Aunque si bien tratamos de asustarnos viendo películas llenas de zombies, apariciones demoníacas y sucesos paranormales, hay situaciones que sin buscarlas nos generan un miedo terrible.

Son esas situaciones inesperadas que no queremos por ningún motivo que ocurran, pero lamentablemente suceden cuando menos lo esperamos. A ver si se sienten identificados con algunas de estas:

Prendes el computador pero “no responde”, te tira una pantalla azul, te pide iniciar en “modo a prueba de fallos” o algo parecido: lo primero que piensas es que algo hiciste muy mal la última vez que lo ocupaste, que el destino tiene algo en tu contra, que cómo vas a recuperar el documento que necesitas y que no tienes respaldo de esas fotos familiares o de viaje que tanto atesorabas (además, no las guardaste en ningún servicio “en la nube”). ¿Quién quiere llorar?

Estas trabajando en un documento final muy importante o tesis universitaria cuando a) se corta la luz b) el computador te pregunta si quieres guardar y despistadamente pones no c) se “queda pegado” y no te deja guardar los últimos cambios: A mi me han pasado todas las situaciones anteriores. Creo que la más tonta fue la opción b, pero creo que a cualquiera le puede pasar. Lo peor de todo es que probablemente llevabas mucho avanzado y ahora tendrás que hacerlo todo de nuevo porque justo en el momento en que más necesitas que el programa deje un documento de respaldo, simplemente no lo hace. Consejo: comienza a redactar en Google Docs, por ejemplo.

Actualizaste “algo” en el sistema operativo del computador o teléfono, ese “algo” hace que ahora otra cosa no funcione como debería y corres en círculos pensando qué hacer: La sugerencia es jamás actualizar todo sin pensar en las consecuencias. SI bien las actualizaciones son por lo general, para mejor, a veces tu dispositivo simplemente no cumple con lo necesario para actualizar.

Se te pierde el celular: Esta es simple y es de las peores, cuando pasa de verdad quieres llorar. Todos tus contactos, fotos, chats y sesiones abiertas pasan por tu cabeza. ¿Qué hacer? Si no tomaste precauciones de seguridad antes para poder borrar datos de forma remota y bloquear el equipo, sólo queda ponerse en modo zen y olvidar la situación. El celular ya está perdido, puede que alguien vea tus cosas pero quizás nunca en la vida verás a ese alguien así que tranquilo.

Mandas una foto a una persona equivocada por mensajería: con esta situación no dan ganas de llorar, pero sí de sumergirse en un pozo de vergüenza del cual ojalá nadie te saque. Siempre dependerá de la foto, claro, pero todo podría ser mal interpretado. Si esa foto era para un pololo, puede ser incluso peor. Tranquilas y tranquilos, a decir disculpas y luego supongo que no queda otra que tomarlo con humor.

¿Tienes otra situación tecnológica de terror que quieras compartir con nosotros? ¡Déjala en los comentarios!