6 marzo 2014

La nueva consistencia tecnológica

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Existe un concepto que se viene desarrollando desde hace un tiempo en torno a la investigación de usuarios, tiene relación con los ecosistemas de producto y la manera en que nos relacionamos con ellos. Se trata de la consistencia en el comportamiento.

Si en los años 80 los autores sobre interacción digital hablaban sobre la consistencia de las interfaces, es decir que los elementos con los que interactuamos lo hagan de manera parecida a cosas de la vida real. Algo así como construir metáforas sobre cómo las cosas funcionan en el mundo análogo y como lo hacen en lo digital. Hoy esto da un paso más allá.

Lo relevante hoy para quienes diseñamos y consumimos tecnología, más que el diseño de interfaz, es lograr que los dispositivos interactúen y se complementen entre sí de una manera fluida y fácil para las personas; Y no sólo de una fluidez como la que habla Fukasawa y su visión de la transparencia, sino una más compleja, sobre procesos cognitivos, de atención y aprendizaje como la que plantea Csíkszentmihályi y su flow .

En palabras simples, es que como usuarios no queremos depender de dispositivos distintos para realizar distintas actividades. Por ejemplo, cuando estamos viendo una película en Netflix desde nuestro laptop, pero alguien en la casa necesita el computador, tomamos nuestro smartphone o Tablet y seguimos viendo el mismo contenido. Quizás en otra resolución, sí. Quizás con una interfaz diferente a la del sitio web desktop, sí. Pero finalmente el contenido y el comportamiento es consistente porque seguimos consumiendo, en el mismo entorno, y bajo las mismas condiciones.

No es necesario incluso que las aplicaciones sean iguales en cuanto a su funcionamiento o forma, lo que sí importa, es que se comporten de manera similar para que se integren en todos sus puntos de contacto.

Cuando Donald Norman hace años nos entregó los 6 principios para el buen diseño, habló de la consistencia. Pero habló de ella como un elemento de similitud con otros sistemas de interacción. Es decir, si las personas saben cómo se comporta un botón al pulsarlo, es muy probable que esperen que todos los otros botones con los que interactúen, se comporten de manera similar.

Hoy la carga cognitiva que poseemos acerca de cómo se comportan las interfaces en la web, es enorme. En una par de años no sólo comenzamos a consumir música en plataformas online, sino también a ver películas e incluso, algunos llegamos a desechar el llamado telefónico en pos de usar una aplicación de mensajes y comunicación por video en internet. Todo esto don distintos patrones de comportamiento e interfaces diversas y complejas. Hoy como usuarios reconocemos estas múltiples maneras de accionar elementos. Ya nos es natural deslizar cosas por la pantalla, o hacerlas desaparecer de ella con un gesto hacia afuera; Seguramente nuevos gestos aparecerán durante los próximos años. Lo importante es entregar al usuario ecosistemas consistentes, conocidos y eficientes en su traspaso por las diversas plataformas. Para así lograr que las personas efectivamente puedan obtener todo el potencial tecnológico que se pone a su disposición.

¿Conoces algún ejemplo de traspasos de interfaces consistentes?

Gustavo Soto

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