U de Chile vs U Católica. ¿El verdadero clásico?

Igor Lichnovsky, el joven zaguero de la “U”, tuvo hace poco una pésima ocurrencia: decidió “ningunear” el clásico universitario, dejando entrever que enfrentar a Católica es, para su equipo, un partido más…

Si quiso ser gracioso, no le resultó; ahora, si lo dijo premeditadamente, cometió un error histórico: el choque entre azules y cruzados es uno de los duelos más atractivos del calendario local y fue, durante muchos años, el más importante de nuestros campeonatos.

Para mucha gente que creció viendo fútbol en los años 50 y 60, representa el verdadero clásico del fútbol criollo, por encima de los añejos Magallanes- Colo Colo y Unión Española-Audax Italiano; de los regionalistas Arica-Iquique, Coquimbo-La Serena, Wanderers-Everton y Fernández Vial-Deportes Concepción, y muy especialmente por sobre el Colo Colo-U. de Chile.

Para la FIFA, es el partido más tradicional de este país, pues representa la confrontación más antigua entre dos clubes con raigambre académica. Pensemos que sus primeros antecedentes se remontan a 1909…

Como sea, se trata de un cotejo que nunca pasará inadvertido. Sobre todo, esta nueva versión (Estadio Nacional, domingo, 12 horas) que sorprende a ambos elencos peleando por el título.

Quiero decir, a título muy personal, que quien gane este partido será el campeón del Apertura 2013. ¿Tanto así? Efectivamente: por nivel de juego, por individualidades y por contar con planteles más numerosos que sus rivales directos (O’Higgins, Cobreloa y el sorprendente Cobresal), ambos equipos están mejor preparados que el resto para afrontar la recta final del torneo.

La pregunta clave, sin embargo, es otra: ¿qué equipo está mejor perfilado para quedarse con los tres puntos en este clásico?

Analicemos algunas claves:

Lasarte v/s Figueroa: Aunque el concepto futbolístico del uruguayo ha sufrido una grata evolución, aún no puede darle consistencia a su zona defensiva. Tal vez por eso, la UC sigue apostando al pragmatismo, es decir, a marcar un gol y trabajar para defenderlo. Cuando rompe ese libreto –por convicción, por necesidad- le ocurre lo que pasó ante Sao Paulo, por Copa Sudamericana (ya tocaremos ese punto). Para el Fantasma, en cambio, las cosas nunca están muy claras: cambia el equipo fecha tras fecha y experimenta con jugadores en distintas posiciones, aunque en sus múltiples esquemas y conceptos subyace la idea de trasladar siempre el balón a campo enemigo. Pero carece de consistencia.

Herrera v/s Toselli: Hasta hace poco, Johnny era el mejor portero del campeonato. Por lejos. Cuestiones extrafutbolísticas (derivadas de aquel fatal accidente) sumieron al arquero de la “U” en una etapa sin brillo. Igual ataja, obviamente, pero ha perdido la presencia y hasta parte del temperamento que lució en torneos anteriores. Cristopher , en cambio, ha crecido y en muchas oportunidades se alza como la gran figura de su equipo. No sería extraño que Sampaoli lo llame como el tercer arquero de Chile para Brasil 2014. Mantiene, eso sí, déficits demasiado perceptibles: al momento de cortar centros y en el juego con los pies.

T. Costa v/s Aránguiz: Dos jugadorazos. De lo mejor en nuestras canchas. Líderes y gravitantes en sus respectivos equipos, sostendrán un duelo aparte. Si se topan, sacarán chispas. El argentino aporta orden táctico, salida limpia y rápida, y remate de media distancia. El chileno quita, crea y define. Moviéndose con o sin balón es desequilibrante y, ahora, sumó certeza en los tiros libres. O sea, un volante de nivel excepcional.

Castillo v/s Rubio: Veremos a dos centrodelanteros calificados, goleadores, aunque con matices diferentes. Castillo es un 9 más clásico, bravo en el juego aéreo, que goza metiéndose entre los centrales rivales. Juega mejor de frente al arco y su repertorio incluye facilidad de remate, buenos pivoteos y un gran cabezazo. Algo flojo, eso sí, respecto de otras funciones tácticas (retroceso, por ejemplo) y su técnica con el balón debe mejorarla. Rubio lo supera en esto último: es hábil en espacios reducidos, más lúdico, y no le incomoda salir del área o jugar de espaldas al pórtico. Sin embargo, es menos sólido a la hora de definir y da la impresión de que todavía no madura (ni personal ni futbolísticamente).

El “Efecto Sudamericana”: La eliminación de la Copa Sudamericana tendrá resonancias en Católica, sin dudas. Ya fuera del campo internacional, los cruzados sentirán la presión de estar frente a un rival directo, que les “respira en la nuca”. De perder, la UC también comprometerá el título del Apertura… ¿Podrá sustraerse de un estado emocional que puede marcar algunos rendimientos individuales?
Las cartas ya están jugadas. Realidades distintas, aunque fuerzas parejas a la hora de evaluarlas. ¿Qué definirá el partido? Al margen de las cuestiones obvias, responderé con una frase de Jorge Valdano: “Por momentos, el fútbol es una cuestión de hombres….”