«Solo»: una crítica «Star Wars»

¿Se acuerdan de esa época en que uno se sentaba a ver Star Wars y pasaban cosas de Star Wars? Como por ejemplo que salía un loco que se llamaba Han Solo y era maestro, y después Han Solo decía que su nave era bacán porque había hecho “la ruta Kessel en menos de doce parsecs” y uno ahí “Wuaa qué es bacán Star Wars”.

Bueno pues aquí por fin está la película que todos los hermanos de la religión Star Wars hemos estado esperando, la película que responde todas esas preguntas que nunca nos han dejado dormir, preguntas como: ¿Por qué Han Solo se llama Han Solo? ¿Por qué Han Solo le dice Chewie a Chewbacca? ¿De dónde sacó esa pistola? ¿Qué cara puso la primera vez que conoció a Lando? ¿De dónde sacó el chalequito sin mangas? ¿Hace cuánto tiempo que ha vivido debiéndole dinero y/o especies a criaturas mafiosas gusanoides del espacio exterior? ¿Hay algún otro antecedente en toda su vida en que le haya contestado “lo sé” a un personaje después de alguna declaración de afecto?

Buenas noticias, cabros. Gracias a Han Solo: Una Historia de Star Wars, podrán por fin conciliar el sueño y saberlo TODO sobre ese gran forajido que pasó de ser un egoísta a preocuparse por la rebelión (Star Wars), luego se sacrificó por sus amigos (Empire Strikes Back) y después aprendió a querer a unos ositos de peluche que se lo querían comer (Return of the Jedi). Décadas más tarde (The Force Awakens) se hizo amigo de unos niños y lo mató su propio hijo justo después de que su ex se rió de su ropa. Bueno pues, ahora por fin se cierra el círculo. Ahora sabremos dónde empezó todo.

En esta película descubrimos que Han Sin Apellido Todavía terminó convertido en un contrabandista con mucha calle, seco y altanero, después de haber sido un joven contrabandista con mucha calle, seco y altanero. Lo que sí, tenía una pololi que era el amor de su vida, pero que igual terminó separándose de ella para luego volver a encontrársela otra vez, tres años después. Si me preguntan a mí, lo mejor de la película viene justo después de lo peor, y de aquí en adelante todo será spoilers pero da lo mismo porque ya sabemos que Kylo Ren lo dejó como brocheta al pobre Han y justo dos días antes del Día del Padre (fecha sensible para Luke Skywalker también).

Spoilers: A Star Wars Spoiler

Lo mejor de esta película es lejos Chewbacca, quien aparece justo después de que descubrimos que el apellido “Solo” lo puso un oficial de la aduana imperial porque Han volaba solo (si la comadre hubiera pasado se llamaría Han Pololo). No sé ustedes pero yo esta se la perdono solo a El Padrino II, cuando el niño que viajaba solo y no hablaba el idioma, Vito Andolini, vio cómo el de la aduana le cambiaba por error el apellido por su lugar de procedencia (Corleone). Acá con esta escena dan ganas de ir tomar un avión a Disney, pedir hora con el CEO que aprobó (o pidió) esta escena, ese día ir bien arregladito para pasar piola, y cuando la secretaria te haga pasar, PAF: cornete. Pero saben qué filo si al cine uno va a entretenerse y yo salí de lo más conforme, Lando forever #nerd.

Como les decía, lo mejor de esta película es lejos Chewbacca. Cuando aparece, uno se sorprende genuinamente, y el que sea una bestia agresiva terrorífica hace que uno sienta lo que sintió ese androide enano que rodaba que Chewbacca le pegó un puro rugido y el robot salió arrancando. En cuanto ve a Han se le tira encima para matarlo, y lo ataca con odio automático y es increíble, pero no se preocupen, no van a disfrutar tanto porque esta película quiere que uno lo pase bien la menor cantidad de tiempo posible, y Han con Chewbacca son mejores amigos dos escenas después.

Igual esta película me hizo pensar, ¿se acuerdan lo animal que es Chewbacca en la primera película? Cuando le echa la foca a Luke porque le quiere poner las esposas, cuando le ruge al robotito ese, o cuando tiene miedo y no quiere meterse al ducto de basura. Era tan animal que yo creo que por eso no le ponen una medalla al final de la película, aunque siendo justos incluso a los perros policiales los condecoran y les ponen esas capas pulentas y los perros se juran y después van a la plaza y se jotean unas perritas. Bueno, en mi opinión esta película le achunta a esa esencia de Chewbacca, y es mucho mejor que el Chewie de The Last Jedi donde al pobre lo tenían cuidando la nave y sintiendo culpa por no ser vegetariano (ídolo Rian Johnson, grande maestro, lejos la película más profunda de todas, máquina).

El problema como les decía, es que esta película sufre de sobre explicatitis virulenta y crónica, y uno de los síntomas es que sienten la necesidad de explicarlo absolutamente todo, incluyendo una escena en que les juro por Dios Han Solo le dice a Chewbacca que su nombre es muy largo y que va a encontrar un nombre más corto para decirle. Yo sé que ustedes no me creen, pero cientos de personas se levantaron un día en la mañana, llegaron a un estudio enorme en Hollywood y filmaron una escena sobre un personaje diciéndole a otro personaje que tres sílabas es mucho y mejor usar dos. Esto es venganza contra George Lucas, no queda otra explicación. El compadre le hizo algo muy terrible a alguien, y ese alguien se está mandando un Oldboy con el pobre tatita. En serio, esto solo puede terminar de una manera: con George Lucas cortándose la lengua en el Skywalker Ranch.

Pero bueno, no todo es profanar la tumba de George Lucas, porque todavía queda la escena en que hacen la ruta Kessel (monstruo gigante en el espacio incluido), y cuando le regalan su pistola, y cuando ve el Halcón por primera vez y después le gana la nave a Lando en una partida de naipes espacial. La escena en que pilotea la nave por primera vez es según los científicos lo mejor de toda la película, y quiénes somos para discutir con la ciencia. Si la película hubiese sido entera así, estaría mucho más contento escribiendo esta crítica.

Creo que uno de los condoros más feos de Solo es que la historia es ahí no más, y todo da un poco lo mismo. Al principio Han “Solo” se separa de su pololi y se queda SOLO. Después hace el servicio militar imperial y deserta para irse con una banda de contrabandistas liderados por Woody Harrelson, la señora Magaly y un mono de cuatro brazos bautizado como Jon Mono Feo Cuatro Brazos Shiaaa por la aduana imperial. Mientras Han intenta ganarse la confianza de los contrabandistas, conoce a Chewbacca y se transforman en socios en un tiempo total transcurrido de tres minutos y veinte segundos, lo cual en mi opinión es farrearse la mansa oportunidad de hacer una película increíble.

Procedo a pedirles que usen brevemente su imaginación. ¿Qué pasaba si Chewie era increíblemente hostil con Han durante TODA LA PELÍCULA? Si Chewie no confiara ni un solo poco en este humano palurdo. Hasta que de pronto Han le salva la vida, en el clímax de la película, sacrificándose incluso por él. Y ZUÁCATE, Chewie por primera vez relaja las cejas y decide que va a ser leal al palurdo por el resto de su vida. Bueno en la película pasa esto más o menos en un minuto y medio, y de ahí todo es “vamos a solucionar misterios importantes”, como qué diminutivo usar para no decir Chewbacca.

Otro que aparece de la nada es Darth Maul, confundiendo a todos aquellos que no ven la serie Rebels, porque de pronto resulta que Darth Maul está vivo. Y prepárense para un momento de emoción cuando el compadre enciende su sable láser aunque está teniendo una llamada de Skype. No puedo evitar sentir que ese momento es para nosotros, para los espectadores, pero sin ninguna lógica para sus propios personajes, lo cual es una constante en esta película. Todo parece hecho para nosotros, hermanos de la religión Star Wars, y para que alcemos nuestros sables láser al viento, mientras no hacen nada nuevo ni le dicen adiós al pasado como dijo el sabio Yoda en The Last Jedi.

¿Pero saben qué es lo peor de todo? Que pese a que esta película es indignante, a uno como que le da lo mismo. ¿Qué sacamos con enojarnos? El enojo lleva al odio, y el odio lleva al sufrimiento. En esta se mandaron muchos condoros, cierto, pero filo. Todavía quedan muchos años y muchas películas más para enmendar el camino. Y ahí vamos a estar todos, porque Star Wars. Niéguenmelo.