«Genio del Mal», cuando el crimen se vuelve perfecto y retorcido

Un repartidor de pizza, una bomba atada a un cuello y una maquiavélica «búsqueda del tesoro». Así arranca la nueva serie documental de Netflix, Genio del Mal, que llegó al streaming hace algunos días y que te prometemos… ¡vas a quedar con la boca abierta!

Cinestro la vio y te cuenta por qué debes verla ahora. ¡Deprisa! Que el tiempo corre. Tic, tac, tic, tac.

Un plan que nunca tuvo respuestas… Hasta ahora

En un documental de cuatro capítulos nos acercamos a la verdad que se esconde tras una historia que lleva más de quince años esquivando la policía y el FBI. El repartidor de pizza que es –supuestamente– obligado a cargar una bomba falsa atada al cuello para conseguir un atraco a un banco, es un hombre común y corriente a simple vista: soltero, con pocos amigos y definido como alguien «amable» por sus cercanos.

Ojo, que ahora diré unos spoilers suavecitos:

En el transcurso del atraco, Brian Wells (el repartidor) descubre que algunos planes habían cambiado repentinamente y decide huir con una escopeta y un par de misteriosas hojas con instrucciones en la mano. Las instrucciones estaban dirigidas al «rehén bomba», estas describían una serie de tareas cronometradas a tiempo exacto para que pudiera conseguir unas llaves y poder salvar su vida abriendo la cerradura del collar (algo así como Saw). ¿Lo logra o no lo logra? Eso es algo que tienen que descubrir ustedes mismos viéndola en su precioso Smart TV LG.

Tras este hecho, van apareciendo otros personajes (reales, obviamente) que van expandiendo el misterio a territorios mucho más retorcidos que un simple robo a un banco. Marjorie Diehl-Armstrong es una de ellas y es –definitivamente– la que da más material para el desarrollo del documental, convirtiéndola en una verdadera «genio del mal», como bien describe el título. A través de sus palabras, pensamientos y confesiones, es que podemos ingresar a un pasadizo enfermizo de sus relaciones con  los mismos vecinos del sector, muchos de ellos son personas con problemas mentales y drogadictas que vieron en Wells una oportunidad de sacar a lucir lo peor de ellos mismos.

Hasta ahí los spoilers.

Este caso fue tan conocido, que incluso llegó a la ficción en un capítulo de Law & Order, Bones y Flashpoint. También tuvo su propia película llamada 30 Minutes or Less, y aunque la misma producción ha negado que la historia esté inspirada en este hecho, es evidente el parecido con los hechos reales. Como dicen por ahí… la realidad es mucho más impactante que la ficción.

Lo mejor de Netflix se encuentra en los documentales

El 2015 tuvimos la dicha de ver el primer documental de corte policial en Netflix: Making a Murderer, el cual reveló la intensa vida de Steven Avery tras las rejas, desde que fue condenado (presuntamente de forma injusta) por la tortura y asesinato de una mujer hace más de veinte años.

Luego vivieron otros títulos tan impresionantes como el primero: The Keepers, Amanda Knox, The Confession Tapes y Wild Wild Country. Luego (en un tiempo más), seguiría un documental que exploraría el caso de La escalera, donde una mujer muere en extrañas circunstancias y su marido fue el principal sospechoso, pero que nunca fue condenado por ello

Ahora llega el que sería uno de los casos más intrigantes de Estados Unidos en el siglo XXI. El caso del pizza bomber fue parte de los noticieros más importantes del país y concluyó en una serie de condenas que no dieron ninguna respuesta clara a la familia de una de las víctimas. Como pueden intuir, esta es una serie que va mucho más allá de las investigaciones realizadas de manera oficial, ya que el periodista encargado de estudiar el caso logra mantener un constante contacto con una de las principales sospechosas detrás del atraco, y también consigue evidencias y testigos que nunca fueron parte de los juicios, ni estuvieron dentro de los archivos policiales. O sea, este es un documental basado en la primicia absoluta.

La serie llega tan lejos, que revela situaciones y momentos claves para desenmarañar la verdad, y concluye de forma muy cierta al menos el 90% de los hechos que desembocaron en el atraco. El plan, increíblemente sofisticado, comienza a desmoronarse cuando los involucrados pierden el control de sus emociones. Ahí es cuando los secretos salen a la luz y damos con la única verdad: esa que nos dice que la maldad de verdad sí existe, y que cuando una o más personas con un alto coeficiente intelectual, pero con serios problemas de estabilidad mental, se reúnen en torno a una idea, pueden desatar una tragedia disfrazada de acertijo.

Con Genio del Mal nos vamos a sentir como verdaderos policías o detectives, siempre desde la perspectiva de un hombre cuerdo, pero… ¿Qué pasaría si estamos a un paso de caer en la locura y aún no nos damos cuenta? Ahí se las dejo.

Genio del Mal ya está disponible en Netflix.