22 junio 2016

¡Estreno en cines! Buscando a Dory ¿qué tal?

Volvieron por fin los pescaditos favoritos de todo el mundo, después del sashimi, el congrio frito con puré y el jurel tipo salmón. Así es señores, volvieron Nemo, Marlin y Dory, y de nuevo andan buscando a parientes perdidos, porque estas películas son como la saga Taken, pero en el mar.

No quiero exagerar, cabros, pero Buscando a Nemo es una de las mejores películas de todos los tiempos y el que diga que no, está equivocado y merece que lo echen en una bolsa plástica y se lo regalen a Darla. ¿Se acuerdan cuando Pixar se mandaba obras maestras como si nada, una detrás de otra? Para mí Nemo es una de ellas, y se acerca con cuática a ser una película “perfecta”. Todas las secuencias son filete, todos los personajes secundarios que Marlin y Dory se van encontrando son inolvidables (los tiburones, las tortugas, los pescados imitadores), y fue una de las primeras películas en que uno aprendió que Pixar quiere que uno se llore todos los mocos de la vida: cuando Marlin cree que Nemo se murió, o cuando Dory le dice que no se vaya porque no quiere olvidar y Marlin le dice que él sí quiere. Permiso, me entró una basurita al ojo.

Bueno han pasado trece (13) años desde esa aventura (están viejos, guaja) y hoy por fin se estrena la secuela: Buscando a Dory. En estos trece años todos los personajes están más viejos, Dory sucumbió completamente a su senilidad y se pierde a cada rato porque va a la plaza a buscar a amigos que no existen. Marlin está muy agotado de tener que cuidarla tantos años por una sola vez que ella lo ayudó a buscar a su hijo, y Nemo se fue a vivir con sus amigotes de la universidad y se puso a pololear con una piraña, lo cual no le gusta nadita a Marlin que muy pez payaso será pero no está para que le vean la cara. Nah, mentira oh, no se trata de esto Buscando a Dory, estoy molestando. De entrada Buscando a Dory transcurre apenas un año después de la otra película, así que Pixar nos ha tenido todo este tiempo esperando por las puras.

Buscando-a-Dory-1-e1456934654961

La trama es tan simple que se resume en esto: Dory se acuerda de sus papás y decide ir a buscarlos con apenas un par de pistas en su cabeza, tal como Dory y Marlin buscaban a Nemo en la primera película. En el camino se encuentran con varios personajes nuevos y con algunos antiguos que uno se pone feliz de ver, aunque no hagan absolutamente nada importante en la historia, y así. Nada muy novedoso si me preguntan a mí, pero igual. Es Dory, con Marlin, con Nemo y hay que estar ahí, ¿o no? Obvio que sí.

Según yo, esta es una película que le va a gustar a absolutamente todo el mundo. Así de simple. Es imposible no pasarlo bien, no sonreír en varias partes, no reírse a carcajadas en otras, no decir “Aaaw” al menos siete (7) veces, y en resumen, es imposible aburrirse. Pero… Hay algunas cositas que me gustaría decir, lo siento pero no puedo evitarlo. Tengo un compromiso con la verdad. Aquí van.

Lo primero que hay que decir en honor a la verdad es que esta película no le llega ni a las aletas a Buscando a Nemo, y no lo digo solo porque esa la vi primero y por lo tanto fue un mundo nuevo que nunca había visto. Yo creo que es un hecho. Esta película no tiene la misma emoción, ni lo filete de todas sus secuencias, ni tampoco el alto impacto emocionante lacrimógeno de Nemo. Y yo creo que el por qué está en mi segundo punto. Segundo punto: Dory no funciona tan bien como protagonista (sorry, Dory, filo, se le va olvidar lo que dije). En Buscando a Nemo Dory era un personaje secundario maestro que servía para dos cosas: uno, hacer reír; y dos, contrastar con Marlin, el pobre pez payaso que no podía dejar ir nada, ni el recuerdo de su tragedia, ni su sobreprotección hacia Nemo. Dory existía solo para ser la contraparte de su punto de vista: vivir el momento, no preocuparse de nada ni siquiera en el peor momento, hablar cetáceo y cantar “Nadaremos” sin importar lo mal que lo estaban pasando. Por eso es tan importante la escena en que él no confía en Dory y se mete a las medusas, la culpa lo lleva a seguir a Dory y literalmente a “dejarse ir” cuando están colgando de la lengua de la ballena.

Ahora que Dory es la protagonista, no hay nada así de bueno en esta película (sorry). Al explicar mucho el personaje de Dory (en esta película nos enteramos de dónde viene, quién es su familia, cómo la perdió, e incluso qué estaba haciendo cuando se topó con Marlin en la primera película) según yo inevitablemente lo matan un poco, y eso hace que esta película, aunque sea buena, ojo, se sienta un poco innecesaria.

No sé si ustedes se acuerdan de esas segundas partes que hacía Disney hace mucho tiempo a sus películas exitosas. Películas como La Sirenita 2, o El Rey León 3, o Aladdin 4. Eran películas que daban lo mismo un poco, y que contaban historias que a nadie le importaban mucho. No pude evitar sentir que Buscando a Dory era un poco así. Mucho mejor que todas esas películas que nombré, obvio, pero de todas formas una secuela “ahí no más” comparada a la original. Una aventura más chiquitita, menos importante. Más Monsters University que Toy Story 2 o Toy Story 3, ¿me comprenden?

También lamento ser el anciano gruñón que le arruina la diversión a los niños, pero reconozco que me molestó un poco que los animales en esta película hacen cosas mucho más fantasiosas que en la otra película. Ya sé que se trata de animales que hablan, pero igual, en Buscando a Nemo nunca hacen cosas demasiado imposibles. Igual me creo que ensucien el tanque para después rodar en las bolsas plásticas hasta la ventana. O me creo que el pelicano ese entre a la consulta del dentista y deje la grande. En esta película los animales son mucho más Planeta de los Simios, y hacen cosas increíblemente imposibles y altamente sofisticadas, me explico.

Pero bueno, salvo estos reparos de anciano gruñón que le arruina la fiesta a los niños, lo pasé muy bien viéndola. Todo se ve increíble y hay un par de secuencias hermosas que están para lo mejor de Pixar, como todo lo que pasa con ese camión al final. Yo creo que les va a gustar. Así que trescientos treinta y dos millones catorce mil dos estrellas (de mar) y un Memento Award a Dory por superar su discapacidad diferente.

buscando-a-dori_jhjr.640

Ahora, un par de Preguntas Frecuentes para ustedes.

¿Puedo llevar a mi hijo/sobrinito/primo chico?

Más te vale llevar a tu hijo/sobrinito/primo chico. Esta película es para ellos, no para ti pailón inmaduro. ¿Qué sigue, te vas a quejar porque los animales hacen cosas demasiado fantasiosas, gil?

¿Qué tal el 3D, vale la pena?

Yo les voy a decir lo que vale la pena: IMAX 3D. La inmensidad del mar y la profundidad de verdad se luce, y hubo muchos momentos en que estaba con la boca abierta mirando la pantalla. En eso gasten más plata. El 3D normal yo creo que da lo mismo.

A mí me gustan las voces originales porque soy un snob y el inglés es mi idioma favorito.

Buenas noticias para ti entonces porque esta película sí llegó subtitulada a algunas funciones (incluyendo las IMAX). Mi consejo es que vayan rápido, que las copias subtituladas son las primeras en salir de la cartelera. Y aunque los doblajes Disney suelen ser muy buenos, debo decirles que el doblaje de Buscando a Dory omite unos chistes bastantes graciosos relacionados con la voz de Sigourney Weaver. Ya van a ver.

Los de Pixar siempre dan un corto antes, ¿hay corto esta vez?

Hay y es hermoso. Uno de mis cortos favoritos de Pixar de los últimos tiempos y uno que puede matar por sobredosis de “Aaaw”. Yo creo que les va a gustar.

¿Hay escena post-créditos?

Sí, y la odié, ojalá no me la hubieran mostrado. Así que si quieren sufrir rabia por crueldad animal, quédense. Si no, váyanse y sigan viviendo engañados como yo.

Hermes El Sabio

Compartir

LG OLED TV

LG NanoCell TV

LG InstaView

LG TWINWash

LG Serie K

Telvisores OLED de LG

Negro absoluto, colores perfectos

VER MÁS

@MundoLG

¡No te pierdas nuestras últimas actualizaciones!