14 junio 2016

¡Crítica Maestra! ¡El Conjuro 2! ¿Qué tal?

Cuentan las malas lenguas que estas películas de El Conjuro están basadas en la realidad verdadera que pasó en serio lo juro. Se trata de los Warrens, un matrimonio que después de mucho buscar trabajo, decidieron dedicarse a la peor de todas las actividades remuneradas: exorcizar demonios, limpiar casas, unir parejas, hacer sahumerios, quitar mal de ojo, etc. Pero no como esos chantas que publican avisos en los postes, no, estos compadres la hacían de verdad, y no le tienen miedo a nada. Brígido, porque tienen en su propia casa un museo interactivo de merchandising terrorífico que es como el Persa Biobío de las cosas que uno nica tendría a un radio de diez kilómetros de su casa. Lo juro, en esta pieza los Warren tienen por ejemplo a la muñeca Annabelle, copias de películas de Sebadilla, fotos de tu ex, etc. Combustible para las pesadillas.

Las dos Conjuro son iguales en todo caso: parten con algún caso terroroso brígido que no tiene nada que ver con el resto de la película, pero que nos deja a todos el corazón en la nariz (en la anterior era la historia de Annabelle, en la nueva película es la historia de Amityville). Después conocemos a una familia nueva a la que no le va a pasar absolutamente nada relacionado con espíritus y/o demonios, ¿por qué piensan eso? Y después los Warrens llegan a ayudar y a decir que todo es mucho peor de lo que la familia cree, y finalmente un enfrentamiento terroroso de despedida y para la casa, traten de dormir bien esta noche, gracias.

El Conjuro 2 igual cambia caleta las cosas con respecto a la uno, porque la familia víctima de los fenómenos paranormales es de una mamá divorciada en vez de un matrimonio sin divorciarse. Y las hijas no son puras niñitas mujeres, porque ahora hay un par de niñitos varones. Ah, y están en Inglaterra en vez de en Estados Unidos, y también tienen vecinos en vez de vivir en un peladero, así que ya saben: es completamente distinta. También es distinto porque el espíritu que los acosa es una monja que no es ni por si acaso tan buena onda como la madre Angélica o Whoopi Goldberg, no. Esta señora es prácticamente Marilyn Manson disfrazado de monja, así que vayan sacando la cuenta al tiro del nivel de terror que produce esta película (yo sé que les cuesta seguir leyendo, pero sigan igual). La señora Warren además está toda asustada porque ha tenido visiones en que su marido, el señor Warren, muere enfrentando a Sor Marilyn Manson, así que está toda dudosa y prefiere quedarse tranquila en su casa donde nadie le puede hacer daño, tejiendo piolita junto a la pieza con todas las reliquias demoníacas del infierno. ¿Pero será capaz de no ayudar a esa pobre familia? (Spoiler: No).

crítica al conjuro 2

¿Saben qué? Yo a esta peliculasta de James Wan le compro todo. Digan lo que quieran del compadre, pero es maestro para escenificar sus secuencias terrorosas. En Insidious me hizo saltar hasta la lámpara del techo con la aparición de ese demonio Darth Maul detrás del compadre. En El Conjuro tenía esa secuencia en que jugaban a la escondida con aplausos que todavía no se me olvida, y en Rápido y Furioso 7, hizo las medias secuencias de acción con el fantasma de Paul Walker (perdón). Le pone mucho pino a todas sus películas, y no se conforma con hacer la misma escena para hacernos saltar que hace todo el mundo. El compadre la piensa un poquito más y siempre consigue asustar sin mostrar cosas asquerosas, sin matar a nadie y sin el recurso barato de gritarte en la oreja. Todo lo cual se notaba igual en la película en solitario de la muñeca Annabelle, que no tenía escenas tan pulentas y por eso mismo a nadie le gustó tanto como El Conjuro.

Y bueno, ¿qué tal esta vez? Pues les cuento que estamos ante otra película con muy buenos sustos y demonios pulentos (Sor Marilyn Manson va a ser un muy buen disfraz para Halloween), pero lamentablemente debo informar que no es tan buena como El Conjuro, ni como Insidious y está más cerca de Annabelle que de las otras. Sorry, James Wan.

Mi principal problema con la película, es que repite demasiadas cosas del modelo de El Conjuro, y las cosas que cambia las hace peores. ¿Ejemplo? Va a costar sin decir spoilers , así que por el momento trataré de ser vago. Casi todas las secuencias son así: “Susto, susto, susto, ¡remate!” y para mí el ¡remate! fue siempre menos pulento que lo que había venido antes. Esto hizo que estuviese tenso en el asiento todo el rato, menos cuando más tenso tenía que estar. Muchas veces se me quitó el susto porque cuando mostraban “mucho”, me acordaba que estaba viendo una película, y se notaba que los demonios y/o fantasmas eran monos hechos en computador en vez de un simple Sor Marilyn Manson parado ahí al final del pasillo. Después de un rato me empecé a cansar de este ritmo frustrante, y no me terminé creyendo mucho el drama.

También tenía varios condoros fliméfilos que no tenían las otras películas de James Wan, incluyendo la puesta en acción de las secuencias. Les voy a dar un ejemplo sin spoilers. En una escena queda la grande, con gritos, ruidos y cosas azotándose contra la pared, pero los Warrens, que están durmiendo en la pieza de al lado, se demoran demasiado rato en reaccionar, y no me vengan con que tienen el sueño pesado cuando están quedándose en la casa embrujada justamente para ayudar a la familia. O otra escena en que un personaje escribe algo estando en trance, pero no lo lee hasta mucho rato después. Si ustedes escribieran algo estando en trance espiritista, ¿no lo leerían en cuanto despertaron del trance? ¿O a lo más un par de horas después, si quedaron muy traumados?

(Ya no se enojen, yo suelo perdonar este tipo de cosas en las películas y soy el primero en ofrecer lecturas buena onda como “bueno, quizás el demonio usó sus poderes infernales para que los Warren escucharan el ruido cuando él quería que escucharan” o “quizás despertar de un trance espiritista te borra la memoria a corto plazo” o cualquier chiva así, pero en este caso se fueron juntando demasiadas cosas, una detrás de otra, y terminaron por arruinarme toda la onda).

Crítica maestra al conjuro 2 Hermes el Sabio

A continuación viene el párrafo spoileroso

Ya que estamos reclamando, quiero alegar también contra el final de esta película y por favor consideren este párrafo completo un spoiler. En serio, en las próximas líneas voy a contar qué pasa y si quieren ver El Conjuro 2, lo mejor es que se lo salten. Estoy rellenando para darles tiempo de irse, pero en serio, no sigan leyendo. Última advertencia. Ya, aquí va (avisados). Esto de las posesiones diabólicas siempre ha sido una estrategia demoníaca para torturar a los vivos, para hacerlos perder la fe en Dios, y para que reine en la tierra la misma desesperanza y odio que reina en el infierno. No lo digo yo, lo dicen los expertos (de las películas). Ni siquiera es para atormentar al poseso, es para hacer pebre el alma de los seres queridos del poseso. De alguna forma, todas las películas de terror de este compadre han respetado este concepto ancestral, incluyendo todas las que he nombrado antes y esta misma, donde la señora Warren le dice a la comadre que el objetivo del demonio es maltratar a los humanos hasta que lleguen a considerar el asesinato y/o el suicidio. Sin embargo, el final de El Conjuro 2 es básicamente una secuencia de videojuego en que un personaje cuelga de una ventana por donde se va a caer a una estaca. Y Sor Marilyn Manson está destruyéndolo todo y azotando gente contra las paredes, como si fuese el día de furia de Charles Xavier. Y bueno, no sólo es final de película de acción, más encima es final medio chanturri, porque… ¿Eso era todo lo que se necesitaba para derrotar al demonio? ¿Gritarle el nombre? ¿Y el mismo demonio le dijo el nombre a la comadre? ¿Y tenía que transformarse en ese tornado digital con cachos? No pos. Mal ahí.

Fin del párrafo spoileroso

En resumen, me caen muy bien los Warren y su pieza con cachureos terroríficos. Uno les tiene buena y se compra su amor y que tengan el trabajo más horripilante que uno pueda imaginar después de dedicarse a la política. Siguen habiendo sustos buenos y combustible para las pesadillas (Sor Marilyn Manson, o sea). Pero esta película se siente un poquito apurada y sin tanto cariño como la anterior, así que lo siento. Así y todo, vi en mi sala gente con mucho miedo, con decirles que en una escena, una señora que estaba con hipo no solo se curó el hipo, también se curó el tabique desviado y la uña encarnada. Así que yo creo que les va a gustar igual. Ciento veinticinco millones quince mil cinco estrellas y un Mi Primo Feto Award a Sor Marilyn Manson, por brígida.

¿Viste El Conjuro y El Conjuro 2?, ¿con cuál te quedas?

Hermes El Sabio

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