El futuro de la tecnología es curvo

En general la industria tecnológica y los expertos coinciden en que el futuro está en la tecnología vestible, en lograr que todos llevemos dispositivos electrónicos que sean de ayuda para nuestra vida cotidiana, pero que estos se encuentren completamente integrados a nuestra vestimenta de una forma discreta y confortable. La tendencia de nuestra sociedad es ocultar la tecnología, por algo nos parecen tan antiguas esas películas con grandes computadores con luces parpadeantes.

El camino ha sido largo, y mientras que los pioneros hace un par de décadas debían acarrear consigo grandes baterías para suministrar a pesados aparatos de electricidad, hoy en día ya no solo la tecnología se está reduciendo cada vez más de tamaño mientras que a la par consume menos energía, sino que además se están creando nuevos materiales para otorgar mayores niveles de comodidad y mejor diseño a los dispositivos electrónicos.

Los expertos que trabajan en desarrollar dispositivos de tecnología vestible tienen que enfocarse bastante en los materiales. Éstos deben ser livianos, flexibles, económicos y que no causen reacciones en la piel del usuario. Por ejemplo, hay investigadores que trabajan con delgados filamentos conductores de la electricidad, analizando la forma en la que estos se pueden integrar a una prenda de vestir a modo de cable para transportar energía, con la particularidad que para evitar sumar más elementos electrónicos a la ropa como resistencias, buscan reemplazar a éstos con determinados diseños de bordados utilizando los filamentos.

Por otro lado, las empresas fabricantes de celulares tienen claro que no pueden sostener para siempre la idea de un teléfono celular rígido y recto, por lo que además de probar lanzando celulares curvos para ver la respuesta del mercado, también están trabajando en pantallas más ergonómicas con la idea a futuro de crear un teléfono celular capaz de aadaptarse a voluntad dependiendo de la situación.

Una de las opciones actualmente disponibles en el mercado que son un adelanto de lo que viene es el G Flex, un teléfono con una pantalla curva de seis pulgadas POLED, cuya letra ‘P’ es por polímero. O sea, la pantalla es de plástico y no de vidrio, lo que le da un cierto grado de curvatura que lo convierte en un teléfono bastante cómodo para acarrear en los bolsillos.