12 julio 2013

¡Vayan a ver Titanes del Pacífico! ¡Pacific Rim! Oh My God: The Movie.

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¿Se acuerdan de esa escena en Ratatouille cuando el vampiro ese crítico de comida finalmente probaba el plato que le había preparado la laucha y ZUÁCATE, era tan pero tan rico que el compadre tenía un flashpack a su infancia cuando descubrió el placer de comer? Ya, eso mismo es Titanes del Pacífico (Pacific Rim), pero en película. Es tan pero tan maestra, que todos van a tener un flashpack emocionante a sus infancias, específicamente a la época en que jugaban a Godzilla y pisoteaban autitos, y los muebles de la casa eran edificios, y los juguetes de la hermana chica eran las víctimas inocentes (guaja), y la mamá histérica llorando porque cree que uno está poseído pero no mamá, es Godzilla.

Puede que se acuerden también de la época en que veían monitos de robots gigantes y era lo mejor del Universo, o de cuando jugaban a que peleaban contra un enemigo superpoderoso diciendo en voz alta los poderes que iban usando (onda ¡Puños nucleares! o ¡Patada Atómica En El Hoci!), tal como hacen los robots gigantes. Bueno como sea, van a tener flashpacks de la infancia.

omg

Lo que estoy tratando de decir es que esta película es la comida que preparaba la laucha Ratatouille, pero con robots gigantes. Y con monstruos. Y el chef no es una laucha sino un peliculasta guataca nerd llamado Guillermo del Toro, famoso por haber hecho películitas menores como El Laberinto del Fauno y por obras maestras del arte reconocidas por la crítica mundial como Blade II. Y cabros, se las mandó.

Por si no saben, Titanes del Pacífico se trata del futuro cuando de la nada empiezan a salir monstruos gigantes mala onda del fondo del mar con el firme propósito de dejar LA MANSACA en tierra firme. Ustedes saben, el típico monstruo gruñón que aparece a hacer puros destrozos, como el Cloverfield, el Michelín de Los Cazafantasmas o Patricia Maldonado. Y a la pobre gente no le queda otra más que arrancar achoclonados y gritar mirando para arriba porque qué más va a hacer la gente contra Patricia Maldonado. Bueno según esta película, lo que la gente del futuro hace para defenderse es construir robots gigantes increíbles para que detengan a los Maldonados en el mar, antes de que lleguen a las ciudades. Y eso es básicamente esta película. ¿Quieren la versión corta de esta crítica? Aquí está: Partieron. Y véanla en 3D, en la pantalla más grande y más ruidosa que encuentren. (Mi informe sobre los mejores cines para ver 3D por AQUÍ).

No quiero exagerar cabros pero esta película es la mejor creación artística humana desde la Capilla Sixtina, y en la Capilla Sixtina no hay ni monstruos ni robots gigantes y relativamente pocas peleas, por lo que ya sabemos cuál de las dos obras gana. Es tan impactante esta cuestión que en el cine cuando la vi escuché a un señor de voz profunda decir “Oh Yo Mismo”, lo miré y era Dios, y estaba con así cada pepa porque no podía creer la majestuosidad en pantalla. También vi a unos pobres giles que lloraban de envidia en un rincón y eran los Transformers que en su vida han sido tan maestros como los robots de esta película, porque vieran.

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Igual hay personajes humanos y hartas cosas ciencioficciosas para que uno se crea más toda la onda monstruos vs. robots gigantes, pero no les quiero contar mucho para que se sorprendan. Digamos que en el mundo está la escoba porque los políticos (giles) quieren cerrar el programa de robots gigantes justo antes del peor ataque de monstruos de la historia, así que un puñado de pilotos parten a dar la pelea. Hay cualquier honor de soldado y discursitos y esas cosas, pero todo da lo mismo cuando esos robots se paran frente a los monstruos y empiezan a volar los combos y las patadas y te quiero ver.

Encuentro bacán que esta cuestión salga justo después de El Hombre de Acero porque todos reclamamos que mientras Superman peleaba con el otro ni se preocupaba de los humanos, y la pelea aburría porque la destrucción era demasiado too much. Bueno esta película le lleva básicamente lo mismo (dos seres superpoderosos que pelean y hacen pebre la ciudad, de paso), pero se salvaron de esos dos reclamos. En la primera pelea de hecho el robot gigante hace todo por salvar a unos pobres pescadores, y en la pelea del medio (mi favorita) el peliculasta se las ingenia para que CADA COMBO SEA IMPORTANTE y que uno no deje de estar con la boca abierta. Les juro, cabros, esa pelea (la del medio [mi favorita]) es todo lo que uno siempre soñó de una película como esta.

Es cierto que tiene cosas bien típicas, que el protagonista (Channing Tatum 2) es bien fomeque y a uno le da lo mismo lo que le pasa. También es cierto que hacia el final estaba cansado y no quería más guerra, pero ¿saben qué? Me dio lo mismo. Los monstruos son MAESTROS y lo digo por dos motivos. Una, porque el diseño es filete y uno está todo el rato descubriendo cosas nuevas sobre ellos. El peliculasta no se conformó con hacer unos monos que se vieran horribles y listo, no, el compadre los pensó enteros, de adentro para afuera. Igual que en Blade II cuando le hacían una autopsia a los vampiros horribles y uno entendía todo el organismo, pero acá en monstruos gigantescos. Creo que se me escaparon cinco gritos (varoniles) descubriendo de lo que eran capaces los monstruos en esta cuestión, con decirles que hasta LA LENGUA de uno de ellos es para hacerle una película completa. Media cuestión tener otra mandíbula en la mandíbula, Alien, los monstruos de Pacific Rim te sacan la lengua y ahí quedaste.

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El segundo motivo de por qué estos monstruos son maestros, es que dan miedo. Les juro. Yo como soy grande y guatón suelo identificarme con los monstruos en estas películas, y me da pena cuando los matan, y me dan ganas de inscribirme en el Green Piss para salvarlos. Pero a ESTOS monstruos no, son demasiado brígidos y mala onda, al punto que en una parte llegué a aplaudir cuando el robot hizo una movida maestra para derrotar a un monstruo. Además estos monstruos tienen una misión, y esa misión es hacernos bolsa, así que filo con estos monstruos, mátenlos a todos, hagan alfombras con ellos, me dan lo mismo.

De los personajes humanos los mejores son CUALQUIERA MENOS EL PROTAGONISTA. La chinita es lejos mi favorita, y en segundo lugar están los científicos nerds que tratan de estudiar a los monstruos para encontrarles debilidades. También es maestro el Hellboy sin pintura roja, que acá es un traficante de órganos de monstruo (lo juro). Todos estos compadres le ponen todo el pino para que uno se entretenga mientras esperamos las peleas, y me gustaron todos.

Así que eso sería. Déjenme decirles (de nuevo) que esta película TIENEN que verla en 3D. El tamaño de los monstruos y los robots, además de todos los detallitos, se ven INCREÍBLES en 3D, y varias veces me di cuenta de que estaba entrecerrando los ojos para ver mejor lo que se veía allá atrás. Los efectos especiales modernos de esta cuestión son increíbles, y el camarógrafo es seco para meterse en los rincones más peligrosos, así que uno goza porque además de ser filete todo, se ve clarito, sin borroneos ni epilepsias ni nada. Aprendan camarógrafos de Guerra Mundial Z y de El Hombre de Acero.

Y aprendan peliculastas que así se hacen las películas maestras, con cariño, y poniéndole color a los detalles. Yo ya sé que me la voy a repetir muchas veces porque quiero tener mi momento Ratatouille una y otra vez. Doscientos billones setecientos quince millones ocho mil cuatro estrellas y un Oh My God Award al peliculasta, porque se lo merece. Ahora me voy a jugar con mis robots a que luchan contra el gato y rompen los juguetes de mi hermana chica, permiso.

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¿Y a ustedes? ¿Les tinca la película?

Hermes El Sabio

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