7 junio 2016

ALMA, ¡me atrapaste!

LGLG

¡Llegar a ALMA me tomó 13 años! Desde su primera piedra en el 2003, acaparó toda mi atención y robó mi mente. ¿Cómo una antena puede observar el universo? ¿Por qué en Chile?

En la universidad tomé el curso de periodismo científico, sí ñoñamente, es ahí dónde por primera vez escuché sobre ALMA. Había un posibilidad de ir al lugar a hacer entrevistas, pero no salí seleccionada para cumplir la labor. Tristeza y desolación para mí. Pero me sirvió para algo, una meta en mi mente estudiantil; «Un día te voy a conocer, y va a ser espectacular».

Debo confesar que entré a participar en el concurso internacional social media #MeetESO porque uno de los premios era conocer este radio telescopio, armé toda una estrategia social media, saqué todos mis ases bajo la manga, pasé parte de mis vacaciones buscando, organizando y posteando contenido y,  finalmente, salí seleccionada. Aparte de gritarlo a todos mis vecinos a las 7:30am, alcé la manos en signo de victoria y lo dije «Voy por ti ALMA y estas vez no te escapas!!»

66 antenas observan el cosmos desde Chile

Créditos: EFE/Ariel Marinkovic

A 5.000mt de altura, en un valle muy muy lejano llamado Chajnantor («lugar de despegue» en kunza, el idioma de la cultura atacameña), región de Antofagasta, Chile, está ALMA. En nuestro Chile lindo, al final del mundo.

¿Cómo surgió? Pues había una vez un montón de comunidades internacionales rompiéndose la cabeza por construir antenas para ir más allá del cosmos observable. Como cada una no conseguía hacerlo por su lado, se les ocurrió que debían juntarse para reunir las fuerzas y el dinero posible para en un principio construir 64 antenas, luego llegarían a 66.

Las tres comunidades principales son: la norteamericana NSF (Fundación Nacional para la Ciencia), los europeos a través de la ESO (Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral) y finalmente Japón, a través del NAOJ (Observatorio Astronómico Nacional de Japón) . Todas en cooperación con Chile.

Atentos a esto, repetir en voz alta y sin equivocarse!: The Atacama Large Millimeter/submillimeter Array. Eso significa ALMA, es muy técnico, pero al abreviarlo dice mucho de buscar el alma del universo, ¿no?

¿Cómo una antena puede mirar el universo?

Antenas en el OSF (Operations Support Facility). Créditos: Lorna Aguilar.

Gracias a la super ingeniería de antenas de 12 metros y del computador llamado Correlator, que coordina la información, es posible hacer la magia: Se estudia la luz de los objetos más fríos del universo interestelar, una onda milimétrica que es captada con una precisión de una millonésima de segundos. Estos cuerpos en el espacio pueden ser poco visibles, pero en su versión submilimétrica o milimétrica son más brillantes que el sol, entonces tener ésta información, procesarla y juntarla, permite que se tenga mucha exactitud en lo que se estudia. Guau, es tan fascinante que mi mente explota, algo que no ves, pero puedes percibir, juntar y ¡taraaá! se forma una imagen.

Funcionamiento de la antena:

via GIPHY

Hola ALMA, ¡llegué!

Entrada observatorio ALMA. Créditos: Anne Grudzien.

Entrada observatorio ALMA. Créditos: Anne Grudzien.

Dos miedos en mi mente:

1. ¿Soportaré estar a 5.050 metros de altura si con suerte he ido a Portillo?

2.¿Pasaré el Medical check y no moriré en el intento?

Pero me adelanté a estos pensamientos, me entrené 2 meses para mejorar mi cardio, esto no resuelve que no te falte el oxígeno pero ayuda al estado físico. Pasé una noche, que es lo requerido si vas por primera vez a ALMA, en San Pedro. Y un 11 de mayo de 2016, 8 a.m., me encontré en la puerta del observatorio radio telescopio más hermoso y fantástico del planeta.

Pero el día estaba nublado y nevando en el AOS (Array Operation Site) es donde están las antenas físicamente, a  5.050 metros de altura. Un amigo de Facebook, Sergio Otárola, que trabaja en ALMA, me había recomendado que debía  ir con seis capas de ropa ese día. Hice caso de inmediato, ya que la temperatura el día anterior había sido de  -18C.

Llegando al OSF (Operations Support Facility), a 2.900mt, que es la base del radio telescopio, todo era calma y paz. Con vista al salar de Atacama, este edificio comparte la tierra con animales, el viento y los Andes.

Créditos: Anne Grudzien

Paseamos por todo el centro, un lugar muy moderno y climatizado. Lleno de tecnología;  se respira ciencia por doquier. Cada funcionario es muy amable, todos saben hablar inglés, responden a las más raras consultas de los visitantes con total fluidez y tienen una paciencia de oro con los curiosos como yo.

Para ir a 5.000 mt de altura, la institución se asegura que pases un chequeo médico, de pulso y presión,  para que te puedan autorizar.  Ahí estaba yo, en el momento en que se decidía si tras largos 13 años, conocería al fin mis soñadas antenas cósmicas. El entrenamiento había funcionado, ¡pasé a la primera el chequeo! ¡Deal with it!

Después del Medical Check.

Ok, estábamos listos, nos cuentan que ya no estaba nevando así que, ¡a subir! Nos dieron un lata de oxígeno para ir usándola  las veces que consideráramos necesarias, a esa altura caminar ya es un desafío.

Emocionada me fui a la montaña, preparada con años de ansias. Este viaje fue tomando color de aventura, porque al llegar a los 5.000mt en el «Array»  valle de Chajnantor, ¡¡¡nos tocó una ventisca que nos dejó atrapados!!!

Decidimos salir del auto y tratar de llegar a las antenas, mientras los compañeritos de ALMA y ESO trataban de sacar con un unimog los autos atascados. ¿No me cree? Pues dele play a los 28 segundos de backstage ALMA Meet ESO que edité de los 18 minutos de grabación con mi GO Pro, la que dejé en mi mochila mientras trataba de tomar fotos con las otras dos cámaras.

ALMA sublime me atrapaste literalmente, eres tan bello como te imaginé y todo el viaje fue un suspiro constante. Me recibiste con tu faceta más difícil, yo no me quería ir y parece que tú tampoco querías que me fuera. ¡Volveré!

Ésta es mi foto del triunfo:

Lorna Aguilar con 64 de las 66 antenas ALMA. Créditos: Remco Timmersman

Luego de las fotos de rigor, entramos al edificio del lugar e hicimos una visita muy rápida al magnánimo Correlator. Está en el ranking de los diez súper computadores a nivel mundial. Toma la información captada por las antenas y cada una de ellas genera 120 gb aprox. por segundo, eso hay que multiplicarlo por 66… OMG!

Al descender,  luego de estar 40 minutos atrapados, habían dos antenas en mantención que pudimos inspeccionar con lupa y tranquilad. También el taller de los chicos informáticos del recinto, un paraíso para los técnicos a nivel mundial.

Antena de 12 mt y Lorna Aguilar que mide 1.53.

Parte del taller del Correlator.

Obviamente no podía perder la oportunidad de recrear una escena del film Contacto de Jodie Foster.

¿Cómo una antena de 12 metros llega a 5000mt de altura?

Créditos: Lorna Aguilar

Créditos: Lorna Aguilar

Pues gracias a Lore y Otto, dos ultra camiones poderosos alemanes con un peso de más de 100 toneladas cada uno y 4 hileras de 9 ruedas. Son radiocontrolados y su labor es tomar una antena y luego subirla al Array. ¡Dale play al video de éstas moles en acción!

Para quiénes se hayan enamorado alguna vez, eso es lo que siento en este momento por todo el viaje, por la aventura, por la meta cumplida. Todo tiene su tiempo, con paciencia se espera y se trabaja por ello, como la misma astronomía.

Gracias a ESO y ALMA por esta oportunidad que ha marcado mi vida.

¡Equipo chileno! Nicolás Lira (ALMA) Lorna Aguilar, Karina Rojas (@StarTres) y Francisco Rodríguez (ESO). Créditos: Remco Timmersman

Todos los chicos MeetESO. Créditos: Remco Timmersman

¡Visita el Flickr del viaje cósmico #MeetESO!

¿Te gustaría conocer ALMA?, ¿qué hallazgos te gustaría que allí se hicieran?

Lorna Aguilar

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