Combatiendo la delincuencia a punta de SMS

Me da entre risa y ternura cuando mi mamá me pide ayuda para entender su celular. Con esto del cambio de hora, trató de ajustarlo sola y terminó desconfigurando hasta el fondo de pantalla. Hasta el control remoto le cuesta (si tiene demasiados botones), pero una mini-herramienta que jamás se le olvidó fue cómo mandar SMS. Después del terremoto, donde las señales colapsaron y la única forma de comunicarte entre móviles era por texto, aprendió a la fuerza y ya no lo suelta.

Por eso me hizo sentido que el «Alerta Hogar» que lanzó ayer el gobierno fuese a punta de SMS y no de algo más sofisticado. Obvio. Es un servicio que será más requerido y utilizado por adultos (incluso abuelos) que no nacieron con el computador debajo del brazo, para quienes todo cambio tecnológico les da dolor de cabeza.

¿De qué se trata? Utilizar mensajes de texto en caso de emergencia que coordinan a 5 vecinos de tu confianza (a quienes les llega el mensaje) y a la víctima con los servicios muncipales de seguridad. Basta teclear un SOS al 1033 y la alarma cruza el vecindario. Tan buena encontraron la iniciativa que ya se han inscrito 20.000 personas en 150 comunas del país…

Me pregunto cómo reaccionaría yo. Qué es lo más fácil, lo más rápido. Pienso en Whatsapp, en BB Messenger, en Twitter. Todo requiere hartos caracteres y un buen pulso que le gane a la angustia de un robo… Quizá un SMS, tan mirado en menos a estas alturas, es la salvación precisa. ¿Qué harían ustedes?