Semana histórica para Chile: El rescate de los 33 mineros

Lo sucedido en el día de ayer en Chile, fue noticia en el mundo entero. A nadie le fué indiferente, lo sucedido en una escondida mina en el desierto de Atacama. Y cada uno de nosotros tiene una personal y legítima posición sobre que o cual es el elemento más importante y destacado de todo lo ocurrido.

Podemos pasar desde la imperdonable negligencia que permitió que se desencadenara esta tragedia donde 33 mineros quedan atrapados por un derrumbe, hasta la gloriosa jornada de rescate finalizada hace unas pocas horas. Pasando por las respuestas y responsabilidades no resueltas aún de los propietarios de la mina, o como la titánica labor de rescate organizada por el Gobierno de Chile y la empresa privada terminó con el calvario de los mineros y sus familias. Desde la angustia de no saber nada de los atrapados por semanas, hasta cuando todo el país exultante recibió la prueba de vida de los bravos mineros chilenos, finalizando con una alegría contenida por 70 días, cuando el último minero y rescatista se encontraron sanos y salvos en la superficie.

Como nunca un evento de esta magnitud, fue preparado hasta el más mínimo detalle, no solo para un exitoso resultado final, sino también para que no quedara persona en la tierra y en el espacio sin enterarse del detalle de un inédito programa de rescate. Y lo que en un momento pintaba para ser un descarnado circo mediático a nivel global, se transformó en una cobertura a todo nivel, donde nadie se pudo quejar de censura, de poca claridad, de información confusa o falsa o llena de rumores. Si hasta una cámara a más de 600 mts. de profundidad te mostraba todo lo que deseabas ver el interior de la mina, un oportuno micrófono te dejaba escuchar el coloquial dialogo del equipo de rescate, y como una transmisión oficial que mostró incluso más de lo que muchos incrédulamente esperábamos ver.

Y es este hecho particularmente el que lo hace único, y que permite que por una vez, Chile sea portada de todos los medios del mundo, y no por una tragedia natural o un conflicto político. Como nunca, el acceso bidireccional a practicamente la totalidad de la información en tiempo real y sin filtro alguno, hizo que la participación de todos, aún a la distancia más lejana del planeta fuera al unísono, ya sea por televisión tradicional, señales por internet, redes sociales, teléfonos o incluso hasta la siempre fiel radio. Y ese pulso simultáneo, esa respiración contenida y coordinada de millones de seres humanos en los momentos más críticos y emocionantes del rescate, es lo que a mi en lo personal hace inolvidable este exitoso rescate. Por muy duro e indiferente que uno sea o quiera ser a las emociones yo reconozco que por un momento sentí que el tiempo se detenía al ver como la cápsula Fenix bajaba por primera vez al fondo de la mina, o como el hijo de Florencio Ávalos corría llorando a los brazos de su padre luego de 70 días de ausencia.

Pero hay mucha gente también que tanto acceso y tecnología no los conmueve particularmente y prefieren centrarse en, por ejemplo, las causas y consecuencias de este accidente y posterior rescate. No hay que olvidar que todo partió por un grave problema laboral, y más que quedarse en los records de audiencia a nivel global o la cantidad de ‘Trendig topics’ de Twitter relacionados, prefieren aterrizar la situación y focalizarse en que hechos como este no se vuelvan a repetir nunca más, ni en Chile ni el mundo entero.

Todos vibramos, todos nos sentimos tocados de alguna manera y todas las opiniones son válidas e importantes.

• Qué mensaje le dejaría a los 33 mineros??
• ¿Como viviste el rescate de los mineros?

Imágenes desde la galería en Flickr Rescate Mineros