El lado desconocido de la Torre Titanium
Por Giuliano Pastorelli, editor de Plataforma Arquitectura
Santiago nos muestra su lado próspero en su principal sector de negocios, ubicado hacia el lado oriente y conocido popularmente como «Sanhattan», lugar en que la postal es una densa reunión de edificios espejados con la cordillera de los Andes como telón de fondo.
De todos, existe uno que sobresale por su altura y esbeltez. Se trata de la recién terminada Torre Titanium, un edificio que emerge con 52 pisos como el más alto del país (hasta ahora) y el cual, según veremos a continuación, esta dotado de sistemas y cualidades que no sólo lo hacen el más alto, sino el primero en muchas tecnologías de la construcción, que esperemos podamos ver aplicadas en los siguientes rascacielos que se construyan en nuestro país.
Como datos generales, podemos decir que este es un edificio de casi 200 metros de altura diseñado por el Arquitecto Abraham Senerman. Ante tan alto desafío se acudió a equipos extranjeros expertos en construcciones de este tipo.
Este, es el primer edificio pre-certificado por el USGBC de toda latinoamérica. Esto significa que ha sido aceptado por esta organización para entrar en un proceso de certificación ambiental de acuerdo al programa LEED. Obtener esta certificación, colocaría a este rascacielos en un estándar de liderazgo en el tema sustentable dentro del continente.
Para alcanzar estos estándares, el edificio se diseño con materiales inofensivos para la salud de las personas, muros cortina de alta eficiencia, facilidades a transportes alternativos, reciclaje de residuos por piso y una modelación del comportamiento energético para aprovechar de mejor manera las energías pasivas. (sol, viento, lluvias, etc.). Mención aparte merecen sus sistemas de transporte vertical, los cuales les permiten a los ascensores generar energía a partir de los descensos.
El sistema de climatización fue instalado por LG en todo el edificio. Consiste en una nueva tecnología que funciona como un circuito interconectado que permite ahorro de energía entre un 25% y 30%, ya que trabaja de acuerdo a las zonas que están en uso. Este sistema se monitorea de manera remota y es capaz de controlar cada equipo de forma independiente. Esto entrega además más libertad a los trabajadores, quienes pueden trabajar con la climatización funcionando tanto de noche como un fin de semana.
Este sistema esta pensado para ser utilizado en edificios de gran escala y su flexibilidad de uso permite un considerable ahorro. Una de las características más importantes es la de fomentar a los usuarios a ser más eficientes, ya que el costo de la energía no se divide como se hace comúnmente en partes iguales.
Finalmente, destaca su tecnología de construcción para dar respuesta a las cargas sísmicas. Esto se logró a través de unos disipadores de energía colocados a ambos extremos del edificio y que lo recorren en todo su alto. Estos disipadores, amortiguan los bruscos movimientos que pueda presentar el edificio, evitando movimientos oscilatorios extensos durante un terremoto.