Cientificos crean «detector de vida» para encontrar a otros seres vivos en el espacio

En nuestra constante búsqueda de vida inteligente en el universo, la ciencia ha dado un paso de proporciones bastante grandes.Resulta que hace unas semanas, investigadores europeos anunciaron la creación de un detector de movimiento que ayudaría a detectar vida microscópica en superficies extraterrestres.

Los expertos, provenientes de Suiza y Bélgica y pertenecientes a la Ecole Polytechnique Federale de Lausanne, en colaboración al Vlaams Instituut voor Biotechnologie, han enfocado la investigación de una forma distinta a la tradicional (captar señales de ondas de radio) y ahora buscan sentir  los minúsculos movimientos que hacen todas las formas de vida, en lo que han denominado «la señal universal de la vida».

Este método, trata de encontrar la vida, por medio de un detector menor a un milímetro sensible a vibraciones de organismos  microscópicos como bacterias y levadura en una nanoescala.

En Anales de la Academia Nacional de las Ciencias, la revista en la que fue publicada este trabajo, Giovanni Longo comentó: «El detector de nanomovimiento permite estudiar la vida desde una nueva  perspectiva: la vida es movimiento».

Detector de microorganismos

El aparato ha sido probado con distintos organismos: E.Coli, levaduras, células humanas, de plantas y de ratones.  En cada una de las experiencias se «producía un aumento en la amplitud de las fluctuaciones» lo que permite llegar a la conclusión de que el dispositivo funciona con microorganismos de forma correcta.

«Este sistema de detección puede ser utilizado como un detector de vida  sencillo, extremadamente sensible y eficiente», agrega Longo.

Con un costo menor a 10.000 dólares, un contenedor de un tamaño de 20×20 centímetros y un bajo consumo energético, este dispositivo parece  ser una excelente iniciativa, a pesar de no ser presentado aún a la NASA ni a la Agencia Espacial Europea. Sin embargo, esto no quiere decir que no se esté preparando en una propuesta para poder llegar al espacio por medio de una nave o un orbitador que esté involucrado en la búsqueda de  vida extraterreste, como explicó Longo.

Finalmente, esta nueva máquina podría ayudar en otros campos y terrenos de difícil acceso en nuestro mismo planeta, como volcanes  o escenarios oceánicos.