¡Se estrenó Una pareja de idiotas 2! ¿Qué tal?

Había una vez una pareja de idiotas llamados Harry y Lloyd, donde, según el título de la película, uno era tonto y el otro era incluso más tonto. Nunca queda claro cuál de los dos es el más tonto, así que yo creo que depende de cuál se levanta más temprano. No sé, estoy harto de esta discusión sobre cuál de los dos es el más tonto, así que digamos que es un empate y sigamos con lo nuestro, ¿les parece? Gracias.

Bueno la cosa es que hace veinte años se estrenó la película original de Una pareja de idiotas y a mí anótenme entre los que lo pasaron chancho viendo esa cuestión, y recordamos con felicidad todos los detallitos tontos: desde el pobre cabro chico ciego que le matan el loro, hasta los mocos congelados cuando se bajan de la moto, y por supuesto, las consecuencias del laxante en el pobre Harry.

Si ustedes son como yo y se acuerdan de las canciones, de las frasesitas y de los chistes, entonces tengo que recomendarles que vayan, ojalá a la función más llena que encuentren de Una pareja de idiotas 2, porque lo van a pasar increíble. Ésta es de esas películas que definitivamente se benefician de a) Una sala llena de gente con ganas de reírse y b) Los años que han pasado entre una película y la otra. Porque independiente de si se ríen y lo pasan chancho, o se quedan ahí serios porque la vida ya les robó el sentido del humor, lo mejor de todo es volver a ver a estos personajes más viejos, y reconocer el mismo universo que nos hizo pasarlo chancho tantos años atrás.

Ahí están los dos tontorrones, compitiendo por cuál de los dos hace la idiotez más grande (yo creo que esta vez gana en tontera Lloyd, spoiler). Ahí están esos delincuentes con poca paciencia que se topan con los protagonistas y que tienen un plan mafioso, ahí están los viajes en auto por las carreteras, y ahí está también la minurri que se roba el corazón de uno de los dos y deja la grande.

Y tengo que estar en desacuerdo contra aquellos que reclaman por la estupidez de esta película. Es cierto que es estúpida, y que muchos de los chistes te bajan un poco el coeficiente intelectual por el solo hecho de presenciarlos. ¡Pero esa estupidez es justamente la gracia de esta pareja de (películas) idiotas! No son tontos como Homero Simpson es tonto, de hecho no son tontos como ningún otro personaje es tonto, y es increíblemente gracioso ver lo TONTOS que estos dos pueden llegar a ser. Así que ríndanse no más a la tontera y vayan a ver al Jim Carrey hacer caritas mientras dice y hace las idioteces más grandes que se puedan imaginar, solo para ser superado por el otro compadre, Jeff Daniels, justo después, y así sucesivamente hasta que la película se termina.

Hay un montón de detalles que les van a gustar si les gusta la anterior. Por ejemplo sabemos un poco más de la historia de los dos personajes. Conocemos a los papás de uno, y detallitos demasiado graciosos que no les voy a adelantar porque no soy ningún desalmado. Hay varias cosas que “vuelven” de la película anterior, y me sorprendí con cada una de ellas, y eso tampoco se los voy a arruinar. Hay incluso un cameo de Bill Murray, pero es tan difícil de ver que se los digo para ver si lo encuentran al compadre.

Hablando de la película propiamente tal, tengo que agregar que no es ninguna maravilla, pero lo van a pasar muy bien si la ven con: a) Cariño por la anterior y sus personajes. b) En un cine lleno. c) Sin mala onda. Hay chistes y situación que, según yo, no van a ninguna parte (como los audífonos y la abuelita, por ejemplo), y por momentos sentí que la película perdía el rumbo y se ponía charcha, pero nunca se cayó completamente al Lado Bodrio de la Fuerza, así que felicitaciones. Además hay muchos giros igual de tontos que los personajes, y me mantuvieron despierto y con mucha risa. Así que buenas noticias fanáticos de Una pareja de idiotas.

Quizás esta película se demoró mucho en aparecer y ya a nadie le importa, pero yo encontré que les quedó bien entretenida y con hartas partes en que soltar su carcajada tonta. Siempre tonta, pero carcajada igual. Trescientos millones setecientas quince mil estrellas y un Yoda Award a Jim Carrey, por cumplir cien años y estar igual de arrugado que cuando era joven. Maestro.